Lo que se conoce hasta el momento con respecto al nuevo coronavirus es que, una vez que infecta a una persona, se manifiesta a través de tos, fiebre, debilidad y falta de aire. Sin embargo, un nuevo estudio afirma que los contagiados podrían también presentar problemas digestivos.
De acuerdo con la investigación publicada por la revista American Journal of Gastroenterology, casi la mitad de los 204 pacientes con COVID-19 de tres hospitales de Hubei (China) acudieron a los establecimientos con síntomas digestivos como principal dolencia.
La mayoría de los pacientes manifestó pérdida de apetito y un 30 % tenía diarrea. Además, se registraron varios casos puntuales de vómitos y dolor abdominal, afirma RT.
El estudio aclara también que estos síntomas pueden aparecer durante los primeros días de la infección por COVID-19, incluso mucho antes de que aparezcan los problemas respiratorios. En siete casos de paciente contagiados, ni siquiera llegaron a manifestarse estos últimos signos.
No obstante, los investigadores señalan que se necesitan de más estudios y pruebas para confirmar la hipótesis. De todas maneras, recomiendan a los médicos considerar estos síntomas al momento de diagnosticar a un paciente con el nuevo coronavirus.
Esto con la intención de anticiparse a la enfermedad, ya que en algunos casos los infectados no fueron ingresados a tiempo a los hospitales debido a que solo presentaron problemas digestivos como síntomas.
Otro estudio no concluyente de The Lancet sugiere que el COVID-19 “no solo es capaz de provocar neumonía”, sino también de causar daños a otros órganos como el corazón, el hígado y los riñones.
Amy Compton-Phillips, directora clínica del Sistema de Salud de Providence, en Estados Unidos, opina que esto es posible y explicaría por qué algunos pacientes infectados han sufrido diarrea y dolores abdominales.
Pero para llegar a esta conclusión habrá que “conocer los resultados de las autopsias, y esa información recién está empezando a revelarse”, afirma.