Redfall tiene apenas 200 jugadores: ¿por qué los juegos de grandes estudios están fracasando tanto?
El juego de Arkane Austin decepciona a los fans y solo cuenta con poco más de 200 jugadores en la plataforma de Valve ¿Por qué estos casos se repiten una y otra vez en la industria moderna de videojuegos?
Ya lo decía Jasons Schreier en uno de sus libros más conocidos publicado hace más de 10 años. La industria del videojuego no tiene una manera estándar de actuar en lo que es su operación más importante: crear juegos. Sin embargo, el modelo que más se ha mantenido durante décadas sigue vigente hasta hoy, que es el del desarrollador pequeño apoyado por una empresa gigantesca que actúa de publicante. Pues bien, no ha habido muchas veces en las que los casos de fracaso sean tan recurrentes como ahora, y el de Redfall, el último título first-party de Microsoft y Xbox lo repite a gran escala.
El fracaso de Redfall es notorio, y no porque se trate de un juego que no arriesga, sino porque se suponía era un plan mayor en la apuesta que Xbox y Microsoft proponen desde hace mucho tiempo.
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Otra 'obra maestra' caída al abismo
Redfall era esperado como una 'obra maestra' de parte Arkane Austin, el estudio a cargo. La dura realidad es que, en su reciente lanzamiento y a pesar del gran entusiasmo inicial, el juego de vampiros ha decepcionado a los fans, lo que se refleja en su alarmante caída de jugadores activos en la plataforma de Steam. La comunidad ha disminuido de manera continua y drástica desde su estreno, lo que generó preocupación sobre su futuro.
Aunque tuvo un debut prometedor en Steam con un destacado número de usuarios activos, esa cifra ha ido menguando de forma significativa con el paso de los días. Actualmente, cuenta con poco más de 200 jugadores activos, una cifra que contrasta fuertemente con el pico máximo de 6124 usuarios registrados en SteamDB.
Un hecho que no se debe negar es que muchos usuarios tuvieron acceso a Redfall a través de Xbox Game Pass y PC Game Pass. Es probable que una cantidad considerable de personas haya decidido darle una oportunidad en Steam. Desafortunadamente, el título no ha logrado retener a esta audiencia, lo que ha llevado a su actual situación precaria.
En sus peores momentos, Redfall ha llegado a contar únicamente con 120 usuarios en Steam, lo que evidencia la falta de interés y la opinión generalizada. Las reseñas en la plataforma son mayoritariamente negativas, lo cual añade más preocupación.
Esta caída en picado de Redfall representa una mala noticia para Arkane, que se había comprometido a realizar mejoras en el juego. Este escenario recuerda, en cierta medida, al desafortunado caso de BABYLON'S FALL y a otros muchos títulos que experimentaron una dramática disminución de jugadores y que terminaron por cerrar sus servidores al poco tiempo.
El fracaso de los AAA es una tendencia que va en aumento
No es una situación que pueda llamarse aislada en la actualidad porque, a pesar de que no representan la mayoría, la recurrencia de títulos con presupuesto considerable que han tenido un deficiente desempeño comercial es alarmante. Esto nos hace cuestionarnos hasta cuándo se ampliará más la brecha entre las enormes juntas directivas a cargo de editoras grandes (nómbrese Activision, Microsoft o Electronic Arts) y lo que realmente están buscando los usuarios en el masivo mercado del gaming.
Anthem, Fallout 76, Hyperscape, Cyberpunk 2077, Marvel's Avengers y otros ejemplos con más años como Aliens: Colonial Marines y Mass Effect: Andromeda significan miles de horas de trabajo a cargo de equipos multitudinarios que, en muchos casos, vieron sus esfuerzos totalmente desperdiciados.
Algunos títulos se mantienen en la medida de lo posible gracias a la solvencia económica de sus estudios, pero otros simplemente tuvieron que desaparecer. Estos son, en cierta manera, una versión moderna de lo que fue E.T. para Atari 2600 en 1983.
Redfall, que está disponible en Xbox Series X|S, Xbox Game Pass y PC, se enfrenta ahora a un futuro incierto. Los fanáticos y la industria estarán pendientes de si logra remontar su situación y recuperar la confianza de los fans, pero el fenómeno de su fracaso ya no es nuevo y la industria pide a gritos un análisis más certero para estos proyectos en los que hace falta algo más que un gran presupuesto.