Esta es la historia de una comunidad que se ha unido, con mucha perseverancia, al boom turístico que las aguas termomedicinales de Churín atraen hacia sus dominios. Un ejemplo de que el turismo puede y debe llevar progreso a los pueblos. ,Estéfany Luján / Revista Rumbos El Fundo Hotel Ayarpongo es un hospedaje con identidad. Resguardado por imponentes montañas, alberga en sus construcciones y decoración la identidad de la comunidad de Pachangara. Una comunidad que sueña con integrarse a las posibilidades turísticas que las promesas de salud y bienestar de las aguas termomedicinales de Churín ofrecen. PUEDES VER: Churín: Mamahuarmi, un refugio termal rodeado de naturaleza La historia de este amplio hotel inicia cuando los hombres y mujeres más antiguos de la comunidad campesina de Pachangara deciden poner en marcha el proyecto de un hotel, aprovechando la alta afluencia de turistas que llegan al famoso balneario de Churín. Pensaron que era cuestión de aprovechar esta oportunidad. Y no se equivocaron. Ayar, una llama, y Pongo, una alpaca, son las mascotas del lugar. Foto: FB Fundo-hotel Ayarpongo Donde antes existían áreas de cultivo, ellos deciden fundar un hotel que brinde las mejores comodidades a los visitantes, pero que al mismo tiempo, muestre sus expresiones culturales. Pero, primero, ellos necesitaban ayuda para concretar su proyecto, pues aunque la intención estaba latente y la disposición era la mejor no poseían los conocimientos técnicos. Líderes del sector hotelero Lo cierto es que en Churín no existe otro hotel con las características de Ayarpongo: un hospedaje para disfrutar en familia, ecológico y rural. Pero ¿cómo se hizo realidad este anhelo? Corría el año 2014 y la empresa minera Los Quenuales les ofrece concretar esta idea a cambio de intervenir en sus tierras. Los minerales preciados a cambio de construir un hotel en un terreno de 2.000 metros cuadrados. La responsabilidad social interviene y entonces el sueño se convierte en realidad. El 20 de marzo del 2015 Pachangara celebra la inauguración del Fundo-hotel Ayarpongo. En la actualidad la comunidad es dueña de un hotel de 20 habitaciones ( entre dobles, triples, cuádruples, matrimoniales y 2 suites). Pero, para que el proyecto se encamine de forma correcta debía intervenir un actor más para la fase de la implementación. Vivencial Consultores, una consultora en destinos turisticos vivenciales, realizaron diversas capacitaciones a la comunidad con el fin de que ellos puedan fortalecer sus capacidades y, por tanto, su economía. Ahora, el 80% de la comunidad participa en el área de servicios del hotel, según revela Mabel Solórzano, Gerente de Responsabilidad Social Empresarial de Vivencial. La promoción de la cultura local y el desarrollo sostenible de los pachangarinos son las principales metas. Foto: David Esli Además, en la pérgola del hotel también es posible hallar exposiciones de textiles tradicionales con detalles exquisitos elaborados por la asociación del Club de Madres de la Comunidad de Pachangara, los mismos que decoran las instalaciones del hotel. Tradiciones, fogatas y leyendas Donde ahora se organizan cálidas fogatas bajo el amparo de un antiguo árbol de Lúcumo, antiguamente los ancianos pachangarinos transmitían sus lecciones a los jóvenes comuneros. Sin embargo, hasta hoy perdura la tradición anual en la que la comunidad se reúne y las autoridades de la misma rinden cuentas a su pueblo: inventarios, verificación de funciones de las autoridades que ya se van, el número de los animales. Todo se comunica. Pero, este mismo lugar es para los visitantes de Ayarpongo el punto de reunión para escuchar leyendas acerca de la ñusta Mama Warmi, sorprenderse ante el relato de cómo su presencia sobrenatural va seduciendo a desprevenidos varones a pesar del paso irremediable del tiempo. O, acaso, sobrecogerse de temor ante leyendas fantasmagóricas. El hotel también cuenta con un acceso para visitar las aguas del río Pachangara. Foto: David Esli Todo ello forma parte de una inolvidable experiencia que, de seguro, más de uno querrá repetir. En ese caso, existe una solución. Ya que este hotel también cuenta con una pequeña poza de los deseos. Quizás sea una buena oportunidad para que también pidan una mejor señal telefónica. Aunque pensándolo mejor… ¿no es acaso la desconexión total, la mejor forma de disfrutar realmente el bello escenario natural que ofrece Churín? En Rumbo Cómo llegar: A través de la Panamericana Norte. Desvío en el Km. 103, intersección de Río Seco hasta Sayán. Luego 56 Km. Por un camino asfaltado hasta Churín. Gracias al asfaltado de la carretera, ahora es posible llegar en tal solo 3 horas. Luego, desde la plaza de Churín, Ayarpongo se halla a tan solo 5 minutos de distancia. Experiencias: El Fundo-Hotel Ayarpongo cuenta con áreas de parrillas, camping, elaboración de pachamancas y juegos para niños. Contacto: reservas@hotelayarpongo.com / (511) 225-6604 Ayarpongo cuenta con dos suites. Foto: David Esli