Concierto. El trovador cubano llegará a Lima la semana que viene para presentar su disco “Renacimiento”, un disco en el que intenta rescatar ritmos tradicionales de la isla. Asume que ser revolucionario es tener un ideario, una actitud ante la vida.,Pedro Escribano En el breve espacio de esta página –parafraseando en algo su famosa canción “El breve espacio en que no estás”–, recogemos las ideas y motivos vigentes de Pablo Milanés, como ciudadano y como artista, pero también como revolucionario, como él mismo lo admite.El trovador cubano llegará la próxima semana a Lima para ofrecer un concierto en el Gran Teatro Nacional a propósito de su nuevo disco, “Renacimiento”, en el que intenta como músico rescatar sonidos y ritmos tradicionales de la isla. Nuestra ciudad no le es ajena, pero también será breve el tiempo que estará entre nosotros. “Esta vez estaré apenas un día en Lima, llegaremos después de una larga gira por España, y no tendré mucho tiempo para ver con calma a mis amigos limeños, aunque espero abrazar a alguno aunque sea en el camerino”, nos responde el autor de “Yo pisaré las calles nuevamente” a través del e-mail. Milanés habla de sus canciones, de la revolución y su actitud ante ella y de la nueva situación que vive Cuba frente a los Estados Unidos. Viene a presentar su disco, “Renacimiento”. ¿Cómo debemos entender el título?, por un lado suena a muy clásico, pero, por otro, como un renacer, ¿de qué? “Renacimiento”, publicado en 2013, es un disco en el que intento rescatar géneros cubanos tradicionales y de gran calidad como el guaguancó, la conga, la guajira, el son, el changüí, etc., por lo que de alguna manera significa un renacimiento de estas expresiones, también un renacimiento personal después de varios años sin disco; así mismo, muchos de los temas del álbum tienen un corte cercano a la música renacentista. Es decir, este disco es una suerte de rescate musical... Como decía, trato de destacar variantes rítmicas cubanas que ya están en desuso o son menos conocidas, como ejemplo de que en la tradición hay una excelente materia prima para hacer canciones. La trova cubana tuvo su auge en los años 70, 80, ¿cómo se ha reinventado para nuestros días? Siempre digo que los trovadores son los cronistas de lo que sucede en el momento en que vivimos. Por lo tanto, aunque en América Latina, también en la sajona, en España… fueron los años 60, 70 y 80 las décadas de mayor expresión para la música de autor, de los trovadores, hoy en día sigue sucediendo así, aunque en el mercado musical destacan otros intereses más comerciales y los trovadores, los hacedores de canciones, quedan en una posición más marginal, pero lo sigue habiendo, y muy buenos. En esos años, hasta en las canciones de amor había una prédica revolucionaria, ¿ahora sucede lo mismo? Claro que sí, yo sigo siendo revolucionario, pues eso no tiene que ver con apoyar a un gobierno en concreto o un partido político, sino a un ideario de principios, una actitud humanista ante la vida y que se sigue manteniendo igual. Usted ha dicho que sigue defendiendo la revolución, ¿la revolución en Cuba es un hecho o es una utopía? La revolución es lo que acabo de indicar, una posición, un pensamiento y una lucha. Sin embargo, la revolución lo confinó a la cárcel, a trabajos forzados por las UMAP,¿no le dejó un rencor vivo? En las últimas semanas he venido hablando de esto para varios medios, como si fuese una novedad lo que he dicho y no es así. Lo que viví fue un hecho que denuncié siempre, desde el mismo momento en que sucedió, pero mi convicción como revolucionario, como cubano, estaba por encima de los errores que se cometieron desde aquellos años. ¿Desconfía del acuerdo de apertura entre Cuba y EEUU?, ¿Qué tiene que haber o suceder para qué le inspire confianza? Sí, mi posición ante el restablecimiento de relaciones no es del todo esperanzadora porque sé que será un camino difícil. Los dos gobiernos tienen que ceder en presupuestos que han mantenido inalterables durante décadas y no será fácil para ninguna de las partes, no sé realmente a qué nivel están dispuestos a cooperar, pero quiero confiar. ¿Qué siente que en sus conciertos le sigan pidiendo canciones antiguas como “Yolanda” o “El breve espacio en que no estás”? ¿Las considera clásicas? Claro, son clásicos inseparables de mi obra. Realmente no me importa que el público las solicite, sé que para muchos de ellos son temas inolvidables y con algún significado especial.