Camoens, el perro de agua en el que José Saramago se inspiró para crear a Encontrado, el mejor aliado del alfarero protagonista de su novela La caverna, murió ayer en Lanzarote. Saramago hablaba siempre de su fiel amigo, de sus achaques por la edad, y bromeaba con la coincidencia de que el presidente de Estados Unidos, Barak Obama, había escogido a un perro de agua portugués para sus hijas. “Nuevos tiempo se avecinan”, decía con ironía. “Encuentro en los perros más humanidad que en los hombres”, comentaba.