El vocalista de la banda británica Iron Maiden, Bruce Dickinson, declaró en Chile que es “ridículo” el precio de las entradas fijado en 2.250 dólares para ver a su compatriota Paul McCartney en el concierto que ofrecerá el 11 de mayo en dicho país. Además, Dickinson evitó referirse al episodio que vivió en 1992, cuando la Iglesia chilena solicitó que se les impidiera actuar al considerar que eran “satánicos”.