Hombre de 101 años se gradúa de la secundaría: la abandonó por problemas económicos
La emotiva historia de Merril Pittman Cooper ayudó a que muchos usuarios de Facebook decidan cumplir sus sueños.
A menudo se dice que nunca es tarde para cumplir los sueños. Un hombre de 101 años es un claro ejemplo de ello. Su emotiva historia se volvió viral en Facebook por sus ganas de realizar todo lo que un día anheló.
Merril Pittman Cooper es un longevo hombre nacido en Estados Unidos, que por problemas económicos tuvo que abandonar la escuela durante la época de 1930. Su madre no ganaba lo suficiente para solventar los gastos educativos, ya que trabajaba como ama de llaves interna en una casa.
Merrill Pittman tuvo una carrera distinguida como uno de los primeros conductores afroamericanos de tranvías en Filadelfia. Foto: captura de Facebook
“Ella trabajó tan duro y todo se volvió tan difícil que decidí que sería mejor dejar de continuar en la escuela”, señaló Merril en una publicación de Facebook.
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Tras darse cuenta de que terminar la secundaria sería imposible, aceptó un empleo en una tienda de ropa para mujeres en Filadelfia para ayudar a pagar las cuentas; luego fue contratado en 1945 como operador de tranvías de la ciudad.
Aunque su trabajo no fue nada fácil por los problemas raciales que existían en ese entonces, siempre estuvo orgulloso de su desempeño. Sin embargo, tenía el sueño de culminar sus estudios secundarios y recibir su diploma de graduado.
Es por ello que, después de 84 de haber dejado el colegio, quiso retomar sus clases para lograr su gran objetivo: obtener su certificado de estudios.
Merrill Pittman tuvo una carrera distinguida como uno de los primeros conductores afroamericanos de tranvías en Filadelfia. Foto: captura de Facebook
“Mi madre y mi padrastro creían que la clave para la estabilidad económica y el avance profesional, particularmente como afroamericano, era la educación. Aunque mi papá no tuvo la oportunidad de ir a la universidad, al no tener un diploma de escuela secundaria, logró un gran éxito en su vida”, continuó Pittman.
Tras terminar el colegio, su familia le organizó una fiesta sorpresa, en la que le entregaron su anhelado certificado. El 19 de marzo lo llevaron a un hotel con el pretexto de que alguien quería hacerle algunas preguntas sobre su larga vida.
Cuando llegaron al hotel, su familia le confesó que el verdadero motivo de la visita era que una toga y birrete lo esperaban. Momentos después se llevó a cabo una ceremonia virtual en la que le entregaron la documentación que lo acreditaba como recién graduado.