Conoce las rutas de ensueño que ofrece el Parque Nacional Huascarán
El Perú tiene atractivos turísticos para todos los gustos, uno de los más hermosos es el Parque Nacional Huascarán, ubicado en Áncash. Esta reserva de 340 mil hectáreas alberga la mayor diversidad biológica del país y la posibilidad de realizar diversas actividades con la familia y amigos.
La República viajó a este paraíso y realizó tres de los tours más populares que se ofrecen a los turistas. Si piensas realizar un viaje que te haga olvidar el estrés y sentir la potencia del aire andino en los pulmones, no te puedes perder esta crónica. Toma nota.
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Rumbo al complejo arqueológico Chavín de Huantar
El imponente nevado Huascarán nos recibe a nuestra llegada al aeropuerto Comandante FAP Germán Arias Graziani, ubicado en el distrito de Anta, provincia de Carhuaz (Áncash). Tras reforzar el cuerpo con un desayuno popular de la zona (Chicharrón con pan y café), enrumbamos hacia Chavín.
La primera parada del camino es una laguna cristalina, llamada Querococha (3980 msnm.), dónde los pobladores pescan truchas arcoíris y los visitantes pueden tomar hermosas postales. El nombre de esta laguna significa “lago de madera”.
Para llegar a Chavín, debemos cruzar parte del Parque Nacional Huascarán, donde podemos observar lo que quedó de antiguos nevados hoy extintos.
Cruzamos el túnel de Cahuish (4516 msnm.) y bajamos rumbo al famoso santuario pre- inca, donde nos encontramos con el arqueólogo norteamericano Jhon Rick, responsable de las excavaciones y estudios en la zona, desde el 2000. Una eminencia.
En una breve conversación con La República, Rick nos explicó que su mayor deseo es comprender de manera amplia la vida ritual de la cultura Chavín. También nos comentó sobre el hallazgo de restos humanos de soldados que participaron en la guerra con Chile.
La Ruta del Cambio Climático
Este tour nos conduce hasta lo que fue el nevado Pastoruri (5240 msnm.). La ruta tiene pocos años de existencia, ahora solo queda un bloque de hielo gigante que se está derritiendo poco a poco. Un panorama desolador para lo que fue uno de los principales atractivos del Parque Nacional Huascarán.
Antes de arribar a Pastoruri, tomamos una taza de mate de coca en el poblado de Ticapampa, para soportar la altura. La tasa cuesta S/2.00.
Subimos hasta el pueblo de Catac, en cuya plaza se le rinde un homenaje a la puya Raimondi, una especie de bromeliácea que crece por encima de los 3200 a 4800 metros sobre el nivel del mar. Luego enrrumbamos hacia el Parque Nacional Huascarán. Al ingresar nos recibe la laguna de Patococha, un espejo de agua en proceso de secado. Luego seguimos hasta el afluente de aguas minerales gasificadas, las cuales nos regalan un espectáculo bello, pero peligroso, pues no son aptas para el consumo humano, por su grado de acidez.
Otra parada obligatoria es el bosque de puyas Raimondi, testimonio de la recuperación de este vegetal que un tiempo estuvo en peligro de desaparecer, en la misma zona podemos ver el ojo de agua denominado Pumapashimin “ojo de puma” o de “Siete colores”, en cuyo fondo se pueden ver diversos colores producidos por la refracción de la luz.
Al regreso de la caminata de cerca de dos horas hasta Pastoruri, se siente un fuerte cansancio y habre. Una sopa “levantamuertos” (puchero de tres carnes, cereales y verduras) es necesaria y en el restaurante Faby Star la podremos encontrar a 12 soles.
Yanganuco: el paraíso turquesa
El tercer y último día de nuestro recorrido por el Parque Nacional Huascarán nos llevó a dos lagunas de la zona de Yanganuco: Orcococha (laguna macho) y Chinancocha (laguna hembra).
En la primera se pueden observar gran cantidad de aves andinas, que se alimentan de los peces que nadan en las gélidas aguas. La segunda laguna es la más visitada por los turistas, quienes incluso pueden pasear en bote por S/5.00 por persona.
Si deseas pasar un momento de contacto directo con la naturaleza de la zona, puedes realizar la caminata por el sendero María Josefa, llamado así por la leyenda de una mujer que vivió y murió en la zona, huyendo de dos hombres. La ruta es de fácil acceso y se puede realizar en familia.
Los helados de Carhuaz
Una visita obligatoria si vamos rumbo a la zona de Yungay es la plaza de Carhuaz, una ciudad que se ha ganado un espacio en la gastronomía peruana por la elaboración de helados artesanales. En la tienda El Manantial pudimos saborear helados de diferentes sabores, como tuna, hoja de coca, kiwicha, algas de Kushuro, además de los sabores tradicionales. Una bola de helado cuesta S/2.00.
Datos de viaje:
Entrada al complejo arqueológico Chavín:
Adulto: S/10.00 – Universitarios, jubilados y docentes: S/6.00Escolares: S/4.00
Entrada al Parque Nacional Huascarán:
Adultos: S/10.00 – Niños: S/3.00.Exonerados: Niños menores de 5 años y mayores de 65 años
Empresa turística recomendada: Kaory Adventures
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