El edificio de Miraflores que nunca terminó de construirse, pero viven 30 familias y en su primer piso funciona una discoteca
En la concurrida intersección de la avenida Benavides y la calle Los Pinos, un edificio inconcluso se mantiene en pie en Miraflores. Aunque presenta serias deficiencias estructurales, sigue habitado y alberga una discoteca.
- Estos son los 3 distritos preferidos para comprar una vivienda en Lima: no son los más caros y precios ascienden desde los 3.987 por m2
- Ni Miraflores ni La Molina: este es el distrito más caro para alquilar un departamento de 100 m2 en Lima Metropolitana

En el corazón de Miraflores, uno de los distritos más modernos y exclusivos de Lima, un edificio abandonado se ha convertido en un enigma urbano que desconcierta a residentes y visitantes. En la esquina de la avenida Benavides y la calle Los Pinos, a escasos metros de la famosa discoteca ValeTodo DownTown, esta estructura de cemento de 11 pisos permanece como una construcción inconclusa que desafía la estética y las normas de seguridad del distrito.
Miles de personas transitan a diario por esta zona sin imaginar que detrás de la estructura descuidada, con fierros expuestos y pasillos oscuros, viven aproximadamente 30 familias. El edificio, que nunca obtuvo la declaración de inhabitabilidad ni fue objeto de una orden de demolición, combina áreas residenciales improvisadas con actividades comerciales informales, incluida una discoteca en el primer nivel que opera sin licencia oficial.
TE RECOMENDAMOS
EL FRACASO DE LÓPEZ ALIAGA Y PLAYA LAS SOMBRILLAS EN RIESGO | FUERTE Y CLARO CON MANUELA CAMACHO
¿Por qué se paralizó la construcción del edificio de Miraflores?
La historia del edificio es tan misteriosa como su aspecto actual. Según señaló en una ocasión la Municipalidad de Miraflores para Panamericana, el proyecto comenzó en 1963, aunque los vecinos más antiguos sostienen que la cimentación se colocó en los años 80. La iniciativa pertenecía a una inmobiliaria privada que vendió departamentos en planos bajo la modalidad de preventa, muy común en esa época en Perú.
No obstante, la empresa constructora se quedó sin fondos antes de finalizar las obras. Las familias que habían depositado sus ahorros quedaron atrapadas en un vacío legal, sin poder reclamar formalmente la culminación de las viviendas ni recuperar el capital invertido. La falta de actualización en los registros y la ausencia de una intervención municipal permitieron que el esqueleto de concreto quedara abandonado durante décadas, hasta llegar a ser ocupado de manera informal.

El edificio alberga 30 familias. Foto: composición de Fabrizio Oviedo/La República
¿Quiénes residen hoy en el edificio?
Actualmente, cerca de 30 familias han hecho de esta estructura su hogar. Algunos son herederos directos de los compradores originales, mientras que otros ingresaron al inmueble ante la imposibilidad de acceder a una vivienda formal en Lima y nunca fueron desalojados. La edificación, carente de ascensor y seguridad, presenta escasa iluminación en los pasadizos y conexiones eléctricas improvisadas que se extienden por las paredes y techos.
En el primer piso operan talleres, pequeños comercios y una discoteca que ofrece entretenimiento los fines de semana, pese a la no contar con licencias de funcionamiento. La discoteca ValeTodo DownTown, ubicada a pocos pasos, destaca en el entorno moderno, pero contrasta con la precariedad de este coloso inconcluso.
Edificio en riesgo ante un terremoto
El mayor peligro que enfrenta este edificio en Miraflores radica en su estabilidad estructural. Expertos en ingeniería civil advierten que las condiciones actuales representan un riesgo extremo frente a un sismo de gran magnitud, una amenaza latente considerando que Perú forma parte del Cinturón de Fuego del Pacífico.
La última inspección oficial fue en 1994, con reparaciones mínimas que no garantizan seguridad. El concreto presenta grietas visibles y numerosas áreas muestran fierro oxidado. Además, la humedad ha deteriorado las vigas metálicas hasta dejarlas comparables a frágiles varillas de madera. Se calcula que solo ocho columnas sostienen la mayor parte del peso de la estructura, un escenario alarmante ante la posibilidad de un movimiento telúrico significativo.
























