La familia huanuqueña que fundó un exitoso restaurante selvático: tiene más de 30 sedes en Perú y su primer local en Alemania
La familia Ingunza Alvarado, que emigró desde Huánuco hacia Lima en 1997, empezó a vender productos de la selva en un mercado en el distrito de Los Olivos. Con el tiempo decidieron emprender en la gastronomía y hoy cuentan con más de 30 sedes en el país y una en Alemania.
Son muchos los casos de empresas de comida peruana que han tenido éxito. Sin embargo, hay una en particular que llama la atención por el crecimiento que ha tenido desde sus inicios en 1997. Se trata de un restaurante selvático fundado por una familia huanuqueña que cuenta con más de 30 sedes en Perú y hace poco abrió su primer local en Alemania.
“En este restaurante todo es de la selva. Es verdad que es muy elegante, pero tiene toda la temática y la atmósfera”, señaló Yesenia Ingunza Alvarado, una de las dueñas del negocio familiar, para DW Pía Castro.
La familia huanuqueña que lleva la selva a Alemania
“Estamos resaltando una parte que quizás muchas personas, incluso peruanos, no conocen. La comida de la selva, porque la gastronomía peruana es muy amplia”, señaló Juana Ingunza, quien expandió el negocio peruano hacia tierras alemanas luego de vivir su propia historia de amor en el país europeo.
La Choza de la Anaconda trasmite la sazón peruana, pero especialmente la cultura amazónica. El nombre se deriva del significado de ambas palabras: anaconda, que en quechua ‘yacumama’ se refiere a la madre de las aguas, y choza, que representa a la familia y casa, según menciona Yesenia.
La familia Ingunza Alvarado es de Huánuco, departamento ubicado en el centro del Perú y que tiene una peculiaridad, el territorio comparte espacio con la sierra y selva peruana; es decir, tiene partes con los Andes, pero también zonas amazónicas, por lo que la comida recibe influencia de ambas partes, según indicó la familia.
Franco, Yesenia y Juana Ingunza Alvarado, hermanos y socios de La Choza de la Anaconda. Foto: DW Pía Castro.
Todo inició por la 'charapita'
El negocio inició en 1997 a partir de un viaje que hizo el padre de los ahora dueños de La Choza de la Anaconda, cuando la familia vivía en Lima, tras haber migrado desde Huánuco en busca de oportunidades.
“Mi madre le pidió a mi padre que le traiga una ‘charapita’, aprovechando la ocasión. Ella solo quería un poquito, pero a mi papá se le ocurrió traer 10 kilos”, comentó Juana.
Según revela Franco Ingunza, quien es el principal cocinero del local en Berlín, Alemania, el ají ‘charapita’ es uno de los más caros del mundo, solo crece en el Amazonas del Perú y el kilo puede llegar a costar hasta 20.000 euros.
Los hermanos narran que en ese entonces no tenían mucho dinero y a su madre se le ocurrió comer un poco y vender el resto en el mercado Periférico, en el distrito de Los Olivos, hoy ya no existe aquel centro de abastos y Yesenia cuenta que en ese entonces tenían un pequeño espacio en aquel lugar junto a puestos que ofrecían pollo, verduras y papas, donde el piso era de tierra.
“Y así empezó. Parte de todo es responsabilidad de mis padres. Perseverantes, bien fuertes. Al comienzo no nos iba bien, igual seguimos y a los dos, tres días empezó a llegar la gente de la selva de todo Lima porque no había estas cosas, fuimos los primeros que llevamos los productos de la selva y se llenaba”, señala Yesenia.
La Choza de la Anaconda. Foto: City Perú.
Con el tiempo su puesto pasó de un área de 10 por 10 a una de 20 por 20 con cochera, llegando incluso a organizar eventos con el grupo musical Juaneco al que asistían 2.000 personas.
“Mi mamá de ser una mujer de casa pasó a ser una empresaria empoderada junto con mi papá y todos ahí trabajando, así empezamos”, comenta Yesenia.
El restaurante ofrece una variedad de comidas de la selva como juane, ceviche a la anconda (con ají charapita y cocona), causa selvática. Asimismo, fabrican su propio chorizo y cecina. Actualmente, tienen locales en más de 30 malls en Perú, en departamentos como Lima, Pucallpa, Arequipa y Trujillo.