Sociedad

Capturan al ‘Loco’ Llurife, el barrista que disparó y mató a un estudiante

Agentes de la División de Homicidios detuvieron a Erick Llufire Oré 6 meses después de que causara la muerte del alumno universitario Alonso Huamaní del Campo. Crimen ocurrió en Villa María del Triunfo.

Los problemas de violencia en las barras recrudecen. El 6 de setiembre, Ángel Quijandría Meza (22) murió en Santa Anita tras un enfrentamiento entre hinchas de Alianza Lima y Universitario de Deportes. El 27 de julio murió en la ciudad de Trujillo Segundo Reyes Sare (25) durante un encuentro entre César Vallejo y la ‘U’. El 13 de marzo, el estudiante universitario Alonso José Huamaní del Campo (25) murió impactado por una bala disparada por un hincha del cuadro de La Victoria.

Por este último caso ocurrido en Villa María del Triunfo, agentes de la División de Homicidios capturaron ayer al presunto autor.

Se trata de Erick Bryan Llufire Oré (26), conocido entre barristas y en el mundo del hampa como ‘Loco’ Llurife. Los detectives lo sorprendieron en la cuadra 20 de la avenida Pachacutec.

Las investigaciones permitieron establecer que, el 13 de marzo, el estudiante Alonso Huamaní se dirigía a su casa cuando en inmediaciones de la avenida Latinoamericana se produjo un tiroteo. Su muerte consternó a los limeños. La Fiscalía dispuso entonces que la División de Homicidios, a cargo del coronel Víctor Revoredo, asumiera las investigaciones.

Durante las pesquisas, los detectives tuvieron información, a través de un testigo codificado, de que el presunto autor era Erick Llufire Oré, hecho que fue corroborado con los videos obtenidos; y en la pericia de antropología forense se determinó que él había disparado.

Conspiran contra el fútbol

Así, la violencia está volviendo a causar muertes en el fútbol, poniendo de manifiesto que lo que se hace para prevenirla es poco.

Lo que habría que dilucidar es si las autoridades policiales y los clubes están tomando todos los recaudos posibles para prevenir la violencia.

Estos tres casos han vuelto a mostrar que las causas de la violencia en el fútbol no son episódicas sino estructurales y que, en lo fundamental, el problema se origina en el libre comportamiento de las barras de los diferentes clubes.

Los grupos actúan en forma organizada, ocupan lugares preestablecidos en las tribunas, sus líderes son perfectamente conocidos y, en muchas ocasiones, tienen la posibilidad de ingresar a los estadios con elementos contundentes prohibidos e, inclusive, como más de una vez se comprobó, de guardarlos dentro de las propias instalaciones.

La actuación de los barristas o malos hinchas no se limita a los partidos, sino que se extiende a otras actividades, como presionar a entrenadores y jugadores, por cuenta propia o de terceros. Dentro de las agrupaciones violentas operan traficantes de drogas y delincuentes comunes que aprovechan la fuerza de las bandas para robar.

Estas actividades delictivas conspiran contra la fiesta del fútbol, la tranquilidad de quienes concurren a los estadios y, en ocasiones, la vida de las personas.