Chilena que vivió un infierno en Chiclayo: Me pasaban la comida por una puerta
Familia de la agraviada desea llevarla a su país. Víctima señala que su esposo la obligó a retirar una denuncia que hizo en 2020.
Por Ángela Valdivia y Rosa Quincho
Luego de tres años y medio de vivir encerrada en una casa, la ciudadana chilena y su hija que fueron rescatadas por las autoridades en Chiclayo llegarán a Lima para reencontrarse con sus familiares (su madre y un hermano), quienes buscan trasladarlas de inmediato a su país.
La fiscal Karen Padilla Tenorio, de la Segunda Fiscalía Provincial Penal Corporativa de Chiclayo, señaló a La República que V. R. S. y la menor llegarán a la capital vía terrestre, tras ser privada de su libertad desde diciembre del 2018.
Mientras tanto, mañana lunes se tomará la declaración de Julio Juan César Armas Alcaldes, el suegro de la agraviada, y el miércoles la de Giorgio Stefano Armas Gabrielli, esposo de la ciudadana chilena.
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Maltrato constante
La víctima de 42 años conoció a Giorgio Armas en diciembre del 2017 y en agosto del 2018 contrajeron matrimonio. V. R. S. ha señalado en su declaración que en diciembre de ese mismo año, mientras ya llevaba tres meses de embarazo, fue víctima de agresiones por parte de su suegro. Incluso la habría agredido físicamente en febrero del 2020, cuando oyó que ella pedía ayuda a su hermana para regresar a Chile.
En ese entonces pudo gritar por la ventana de la casa, donde vivían todos, y fue llevada a una comisaría; sin embargo, su esposo la obligó a retirar la denuncia policial.
V. R. S. ha señalado que su suegra, Dora Gabrielli, preparaba la comida y su esposo, Giorgio Armas, se la alcanzaba. “Estuve encerrada en el departamento, mi esposo me alcanzaba la comida que la señora Dora preparaba”.
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Fue gracias a una vecina de la familia, quien finalmente puso la denuncia por secuestro, que se pudo rescatar a la mujer y a su hija, de dos años y once meses, el último 11 de mayo. En un principio, cuando se llegó a la vivienda, ubicada en Las Casuarinas, en Chiclayo, nadie quiso abrir la puerta, por lo que se tuvo que solicitar al juez de investigación el allanamiento del lugar.
De acuerdo con la fiscal Padilla, la agraviada tiene 8 de hemoglobina, por lo que se le mantiene bajo tratamiento médico. Asimismo, V. R. S. ha indicado en su testimonio rendido ante la fiscal que debido al encierro su hija no ha interactuado con ningún niño y hasta el momento no sabe hablar. “Quiero señalar que mi niña no sabe hablar porque nunca jugó con otros niños” .
Giorgio Armas intentó desmentir la denuncia; sin embargo, su vecina ha señalado que nunca ha visto salir de la casa a la agraviada ni a su niña. El caso sigue en investigación.
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Pusieron su vida en peligro más de una vez
La agraviada ha contado que el 1° de mayo de este año comenzó a sangrar en la madrugada e incluso perdió el conocimiento horas después. Eventualmente, su suegra llamó a un médico ante sus ruegos. El doctor le hizo un legrado en la misma habitación y dispuso que la trasladaran a una clínica, donde la víctima oyó que se recomendaba derivarla a un hospital para atender el aborto que había tenido; no obstante, su suegro habría ordenado que fuese llevada a la casa.
Canales de ayuda
Si eres o conoces a alguien que ha sido afectada o involucrada en hechos de violencia familiar o sexual, comunícate de manera gratuita a la Línea 100 del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, que cuenta con un equipo especializado en “brindar información, orientación y soporte emocional”.
Además, la Línea 100 tiene la facultad de derivar los casos de violencia familiar o sexual más graves a los Centros de Emergencia Mujer o al Servicio de Atención Urgente. Este servicio atiende las 24 horas, todos los días del año (incluye feriados).