Sociedad

Los glaciares de los Andes tropicales se han reducido en 42% desde 1990

El cambio climático y el aumento de las quemas en la Amazonía entre las causas de la pérdida de casi la mitad de la superficie de los glaciares tropicales andinos en los últimos 30 años

Glaciares. Reducen la vulnerabilidad de las especies y ecosistemas frente al cambio climático. Foto: La República
Glaciares. Reducen la vulnerabilidad de las especies y ecosistemas frente al cambio climático. Foto: La República

Los glaciares andinos tropicales están experimentando una rápida reducción, con potenciales impactos ambientales, culturales y económicos para las poblaciones locales, alerta un artículo científico publicado en la revista Remote Sensing por especialistas de la iniciativa MapBiomas Amazonía en colaboración con la Universidad Nacional Agraria La Molina, el Instituto de Investigación en Glaciares y Ecosistemas de Montaña, ambos de Perú, y el Instituto Nacional de Pesquisas Espaciais, de Brasil.

El artículo señala que entre 1990 y 2020 se registró la pérdida del 42% de la cobertura de los glaciares andinos tropicales, desde un máximo de 2429.38 km2 a apenas 1.409,11 km2. El retroceso registrado en las últimas tres décadas equivale a casi la mitad de la extensión de los glaciares tropicales andinos registrados en 1990.

Este aumento sin precedentes en la pérdida de glaciares, tanto en extensión como en volumen, puede atribuirse principalmente al cambio climático y a factores no climáticos como el aumento en los últimos años de las quemas forestales en la Amazonía, que generan carbono negro, que puede acelerar el retroceso de los glaciares al entrar en contacto con la superficie de los glaciares.

“La quema de bosques genera carbono negro, que acelera el retroceso de los glaciares al entrar en contacto con la superficie del glaciar”, explica Efraín Turpo, quien lideró el estudio. Turpo destaca que la pérdida de glaciares afecta la integridad de los ecosistemas que dependen del ciclo del agua, la agricultura, el abastecimiento de agua potable, la generación de electricidad, el turismo, entre otros.

María Olga Borja, coautora del artículo subraya la importancia de reducir las emisiones que se originan en la destrucción de bosque para dar lugar a otros usos de la tierra, como agricultura y pecuaria. El estudio resalta la urgencia de que los gobiernos nacionales tomen medidas decididas para combatir la crisis climática, incluyendo políticas y programas de adaptación al cambio climático, incluyendo políticas y programas de adaptación al cambio climático, particularmente en las cuencas que presentan glaciares, a fin de reducir los impactos de la deglaciación.

Los glaciares andinos tropicales están ubicados entre el Trópico de Cáncer y el Trópico de Capricornio (entre las latitudes 23◦N y 23◦S) dentro de la Zona de Convergencia Intertropical (ZCIT). El ritmo del cambio es acelerado, con un promedio de pérdida anual de 28,42 km2. Los más afectados han sido los glaciares que se encuentran por debajo de los 5.000 msnm, que en 30 años han perdido casi el 80,25% de su área. La aceleración fue más significativa a partir de 1995, cuando la pérdida en la cuenca del Amazonas supera a la de otras cuencas. En 2020 tenían un área aproximada de 869,59 km2.

Al cubrir la totalidad de los Andes tropicales y 36 años de mapeo anual, el reciente estudio de MapBiomas puede ser considerado el más comprensivo disponible en la actualidad, según Raúl Espinoza, coautor del estudio.

Los países más afectados

Los glaciares andinos tropicales están presentes, con extensiones muy variadas, en todos los países andinos. Aquellos que presentan las mayores áreas de glaciar son Perú (72.76 %), Bolivia (20.35 %) y Ecuador (3,89 %). Las mayores áreas de glaciar, 44,75 % del total, ocurren en una franja entre los – 14° y los −10° de latitud, que contiene a las cordilleras peruanas Blanca, Vilcanota, Vilcabamba y Urubamba. En estos países el retroceso de los glaciares en 2020 con relación a 1990 fue de 41,19 % en Perú, de 42,61% en Bolivia y de 36,37% en Ecuador.

Colombia, Chile y Argentina responden conjuntamente por el 6,89% de la cobertura de los glaciares andinos tropicales (3,89%, 2,18%, 0,78% y 0,04%, respectivamente). Venezuela tiene un porcentaje inferior a 0,01%, o cerca de 0,03 km2. A pesar de ello, tuvo una pérdida de cobertura de 96,93% entre 1990 y 2020. En Colombia, ese porcentaje fue de 60,19%; en Chile, de 47,24%; y en Argentina, de 45,47%.

Además de los impactos ambientales y económicos, el retroceso de los glaciares causa la pérdida de bienes culturales, puesto que las montañas nevadas son de especial valor para las poblaciones locales. “Las poblaciones de los países andinos viven aún hoy una singular simbiosis entre lo telúrico, lo anímico y lo natural, de modo que sus montañas nevadas a lo largo de la Cordillera de los Andes han formado parte de su cosmovisión, entrañándose allí mitos, leyendas y prácticas sociales y culturales ancestrales que perviven, por lo que la pérdida de los glaciares representa un impacto en su vida cotidiana, material y simbólica”, apunta Raúl Borja Núñez, sociólogo ecuatoriano.

Metodología

Espinoza destaca el innovador enfoque metodológico empleado, ya que la extensión de los glaciares fue derivada mediante algoritmos de clasificación semi automatizados aplicados a datos satelitales. Afirma que mapear la evolución histórica de cambio de los glaciares ha sido posible gracias a los avances de los últimos años en materia de accesibilidad y continuidad temporal de datos satelitales y al desarrollo de plataformas de computación en nube. como Google Earth Engine.

“El análisis de MapBiomas Amazonía presenta una nueva comprensión de los cambios que están experimentando anualmente los glaciares en diferentes zonas de las cordilleras de los Andes tropicales, conocimiento que es vital para una mejor gestión de los recursos hídricos y la adaptación al cambio climático de las poblaciones andinas”, afirma Borja.

MapBiomas Amazonía emplea tecnología de punta para monitorear los cambios del uso del suelo a nivel de la Cuenca amazónica y hacer seguimiento de las presiones sobre sus bosques y ecosistemas naturales. Esta iniciativa resulta de la colaboración de MapBiomas Network, con base en Brasil, y la Red Amazónica de Información Socioambiental Georreferenciada (RAISG), que reúne a organizaciones civiles de seis países amazónicos.