Sociedad

Examen anulado en San Marcos en 1977: la última vez que se filtró el examen completo

Xerocopias del examen de admisión eran vendidas en la avenida Arequipa y jirón de la Unión. Pese a las medidas de seguridad que había tomado en ese entonces el presidente de la Comisión de Admisión, un comisario de la PIP filtró la prueba.

Lima, 6 agosto 1977. Postulantes a la Universidad Nacional Mayor de San Marcos ingresan al colegio Melitón Carvajal para rendir el examen de admisión. Foto: Archivo Histórico de El Peruano / Pavel Marrul
Lima, 6 agosto 1977. Postulantes a la Universidad Nacional Mayor de San Marcos ingresan al colegio Melitón Carvajal para rendir el examen de admisión. Foto: Archivo Histórico de El Peruano / Pavel Marrul

A propósito de la noticia que dio la rectora Jeri Ramon de que el examen de admisión 2022-II de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos fue anulado debido a que las respuestas del examen se filtraron, recordamos cuando hace 45 años, en 1977, ocurrió algo similar.

En un reportaje de César Hildebrandt para Caretas, el periodista señala cómo para esta prueba en la que postulaban 38.066 peruanos para solo 3.425 vacantes la corrupción frustró otra vez los sueños de los estudiantes.

Para el examen 1997-II, las impresiones comenzaban en julio. Estas seguían todo un proceso en el que estaban involucradas Seguridad de Estado y la Policía de Investigaciones del Perú (PIP).

El 27 de julio, el presidente de la Comisión de Admisión, Marcos Copaira Beltrán, había decidido iniciar con la supervisión de la imprenta para iniciar con las labores de impresión de los cuadernillos el 29, 30 y 31.

Para el domingo en la noche ya solo faltaba cortar, refilar y engrapar las pruebas. En la madrugada del lunes, a las 3.30 ya estaba todo listo. Copaira y la comisión encargada de la supervisión recorrieron baños, pasadizos, todos los lugares donde se podían haber ocultado los folletos, pero no hallaron nada, o pesaron que nada se les había pasado y habían hecho un buen trabajo.

Recién el sábado 6 de agosto a las 6 de la mañana, tras haber enumerado y emparejado cada cuadernillo de acuerdo a los códigos de los postulantes, estos fueron despachados a los centros educativos en los que se tomaría la prueba.

Lima - 06 agosto 1977. Examen de admisión a la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Foto: Archivo Histórico de El Peruano / Pavel Marrul

Lima - 06 agosto 1977. Examen de admisión a la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Foto: Archivo Histórico de El Peruano / Pavel Marrul

A las 9 de la mañana, Marcos Copaira recibió una llamada de uno de los jefes zonales de la Comisión de Admisión, quien le dijo que un postulante tenía una hoja en la que estaban las respuestas del examen. Sorprendido, Copaira ordenó que lleven al postulante a la comisaría. Pero este fue solo el inicio.

Luego llegaría a buscarlo un capitán de la Guardia Civil, quien le mostraría un folleto en el que se mostraría el 90% de las respuestas del examen de admisión. Él no respondió si esta era verídica o no.

Sin embargo, al poco tiempo, su secretaria le dijo que Seguridad del Estado quería verlo. Agentes ingresaron a su oficina y le mostraron una copia xerográfica con 80 de las 140 respuestas del examen de aptitud académica.

Ellos le reclamaron que la filtración se dio desde la Comisión de Admisión, pero Copaira sostuvo que eso era imposible debido a que la xerocopia no estaba numerada.

Cuando pensaba que el problema no se podía agravar más, recibió una llamada que le informó que habían encontrado decenas de xerocopias y copias hechas a máquina con todas las repuestas del examen de admisión.

Ese mismo sábado, a las 11.30 p. m., el presidente de la Comisión de Admisión recibió en sus manos por parte de la Guardia Civil la prueba completa que se iba a tomar al día siguiente. Se la habían quitado a un joven que la vendía en la avenida Arequipa “como pan caliente”.

Aunque al inicio se negó a aceptar estas pruebas y no quiso anular el examen, fue tanta la presión, e incluso la Federación de Estudiantes sacó un folleto con la denuncia, que se tuvo que anular el proceso.

Copaira responsabilizó al comisario de segunda de la Policía de Investigaciones del Perú (PIP) Eduardo Novella Trabanco, quien fue expulsado. Además, 50 personas implicadas fueron detenidas y sometidas a interrogatorios.