Rescatan a 43 mujeres que eran explotadas sexualmente en San Juan de Miraflores
Mafias las hacían trabajar 8 horas diarias y le cobraban cupos de 200 soles semanales.
“Acá tienen que trabajar 8 horas y pagar 200 soles semanales”. Con esta brutal aclaración las jóvenes, venezolanas y peruanas vulnerables fueron enviadas a las avenidas Los Héreos, Los Lirios y Justo Naveda, en San Juan de Miraflores.
Ante la revelación, algunas intentaron escapar, pero fueron amenazadas, otras quedaron paralizadas por el miedo. Todas habían llegado hasta allí transportadas luego de ser captadas con la promesa de un trabajo seguro.
A una de ellas incluso le habían asegurado que tendría un sueldo de 1.500 soles semanales.
Pero, finalmente, 43 mujeres, entre ellas menores de edad que realizaban trabajos sexuales, fueron rescatadas por agentes de la Dirección de Investigación de Trata de Personas y Tráfico Ilícito de Migrantes, en un operativo que incluyó a otras unidades policiales.
Como consecuencia de la intervención fueron ayudadas 34 mujeres adultas venezolanas y una menor de edad de la misma nacionalidad, así como ocho peruanas mayores de edad.
Las operaciones se iniciaron la noche del sábado y estuvieron a cargo del general PNP Ulises Guillén Chávez, jefe de la referida dirección policial.
Los investigadores se encuentran ahora tras los pasos de una red de trata que incluye a los reclutadores y a los extorsionadores
En el caso de las extranjeras se ha determinado que muchas entraron ilegalmente al país.
Acciones de inteligencia
El operativo comenzó a gestarse la semana pasada tras el asesinato de dos ecuatorianas en el jirón Zepita (Centro de Lima) y a otro grupo de mujeres en Puente Nuevo, El Agustino. La Policía recibió el dato que chicas que estaban siendo prostituidas en esas zonas habían sido trasladadas a San Juan de Miraflores.
Durante los últimos cinco días, se hicieron tareas de inteligencia y el sábado por la noche se intervino y rescató a las jóvenes de entre 18 y 28 años que vienen declarando ante las autoridades cómo habían sido captadas.
Lo que algunas de ellas contaron corresponde perfectamente con el manual de las redes de trata: viajaron engañadas, endeudándose sin saberlo, y para cuando la verdad las golpeó estaban solas, aisladas, sin sus documentos ni posibilidad de comunicarse con sus familias.
El sistema de endeudamiento continuo les exigía atender a clientes en los hostales de San Juan de Miraflores.