Yarabamba es uno de los distritos más ricos del Perú, pero no tiene agua
Lluvia de millones. Distrito de Arequipa se encuentra en la zona de influencia de Cerro Verde. Accede a millonarias transferencias por la ley del canon y regalías. Sus más de 1.500 habitantes carecen de agua potable y desagüe. La plata se despilfarra en estadios y obras sin impacto social.
Elizabeth Huanca
Arequipa. Yarabamba es el tercer distrito más rico del país por transferencias de canon y regalías. Le ganan, por poco, San Marcos (Ancash) y Megantoni (Cusco), según el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) del 2020. Entre el 2012 y 2018, recibió S/ 243 millones de esa renta. Entre el 2019 y 2021, la cifra se elevó a S/ 384 millones. En octubre pasado, le cayeron S/ 135 millones, de las regalías atrasadas que debía Cerro Verde, la compañía minera que considera a este distrito como área de influencia.
Yarabamba dispone de ese dinero y no sabe cómo gastarlo. En 2020, apenas ejecutó el 25,8% de su presupuesto y en lo que va del año, apenas el 33%.
La República intentó conversar con el alcalde distrital José Álvarez Málaga sobre los proyectos para aprovechar estas jugosas transferencias. Se negó.
Fuentes de la comuna, reconocieron que es imposible gastar la partida. De los últimos tres años acumuló saldos de balance que sobrepasan los S/ 111 millones.
Sin servicios básicos
La lluvia de millones no sirvieron para cubrir las necesidades básicas. Lázaro Apaza, vive camino a las cataratas de Sogay, el principal atractivo turístico de Yarabamba. Su casa tiene techo de calamina y paredes de plástico. Dispone de una pequeña chacra donde cultiva alfalfa para sus 10 vacas, único patrimonio para sobrevivir. Vende la leche y con ello gana 20 soles al día. El septuagenario, se muestra molesto, pese a que el municipio ha puesto en valor la zona, ha techado los canales y habilitado vías.
“Quieren mejorar este lugar para los turistas, pero se olvidan de nosotros, los agricultores. Dicen que somos un distrito rico por la mina, yo no percibo nada de eso, siempre he vivido así, sin agua”, reclama.
Su caso no es el único. El distrito no cuenta con agua potable para sus 1500 habitantes. De los 10 anexos o centros poblados solo tres poseen redes básicas para el recurso: el Pueblo Tradicional, El Cerro y San Antonio. La infraestructura traslada agua “entubada” no apta para el consumo humano, que solo sirve para limpieza o lavado de ropa.
El líquido llega a diario, pero solo por 30 minutos, generalmente en la mañana. “Otras veces no llega, debemos estar pendientes del caño a ver si cae”, cuenta con resignación el ex subprefecto del distrito, Vito Raúl Arenas, un hombre de 71 años, quien vive en el distrito toda su vida. Reconoce que el distrito ha mejorado en cuanto a redes viales, ornato, canchas, parques y estadios, pero no se cuenta con lo básico. agua ni desagüe. Solo el 60% cuenta con electricidad e internet.
Es jueves por la mañana. En las puertas de las viviendas del pueblo tradicional, donde se ubica la municipalidad y plaza principal, las familias mantienen en sus puertas tres barriles azules de 40 litros cada uno. Horas antes, un cisterna contratado por la comuna, ha dejado agua potable en cada recipiente. La entrega es casa por casa y dos veces por semana en todo el distrito. Así, la municipalidad brinda el servicio desde hace varios años.
El agua potable ha sido un sueño postergado desde hace tres gestiones ediles. El proyecto se concibió en la primera gestión de la exalcaldesa Celia Torres (2007), con una partida de S/ 12 millones. Se instalaron redes que colapsaron y se hicieron pozos tubulares para la extracción del agua subterránea, varios de ellos en zona áridas.
El exalcalde Tomás Delgado replanteó el proyecto, el monto se elevó a S/ 22 millones. La Contraloría advirtió problemas en el Consorcio Saneamiento Yarabamba, a cargo de la obra, además de vicios que retrasaron el avance. Ahora el proyecto cuesta 33 millones. Antes de fin de año, debe ser inaugurado.
Estadios caros
Los últimos alcaldes aman el cemento. La exalcaldesa Celia Torres construyó el estadio municipal para 3000 personas, una capacidad que nunca será colmada por los lugareños que no pasan de los 1500. Gastaron S/ 12 millones. El coloso luce abandonado y deteriorado.
El gobierno del actual alcalde, José Álvarez Málaga ha decidido mejorarlo. Se gastará S/ 9 millones 188 mil, un monto que se asemeja casi al valor de la construcción original. La obra debía iniciar el mes pasado, pero el proceso ha vuelto a foja cero.
Este alcalde ejecutó y mejoró 30 parques, amplió el cementerio, además ejecuta locales de uso múltiple en los anexos de Santa Cecilia, El Cerro. También construyó y mejoró vías, así como canales de riego en alto y bajo Sogay. Aún así, la población no está contenta.
Simona Chambi vive en el distrito desde 1984, también se gana la vida con labores en el campo. Acusa al actual alcalde de dar trabajo a gente de “afuera” y olvidar a los “yarabambinos”, que no perciben mejora en su vida. “Todo ha mejorado, hay pistas, pero no trabajo”, reclama.
Dorka Sifuentes opina similar. Siente que la municipalidad se ha alejado del vecino. Ella tiene a cargo el comedor popular del distrito, además labora haciendo limpieza para una empresa que ejecuta una obra. Tiene un pequeño de cuatro años y otro en camino, a los que, según señala, los encargados de la gerencia de Desarrollo Social, les han negado afiliación al programa Vaso de leche. “Dicen que como tengo esposo no me corresponde”, comenta molesta.
Servicio de agua potable
La obra de saneamiento consta de tres plantas de aguas residuales y una de agua potable, ubicada en Alto Sogay. Funcionarán a través de ósmosis inversa, un procedimiento moderno, aunque costoso. Se tomará agua del río Yarabamba. Las redes no son parte de Sedapar por la lejanía del distrito. De acuerdo al portal Info Obras debía culminar en setiembre, pero la comuna aun realiza pruebas hidráulicas. Se estima que antes de fin de año la población tenga el recurso, luego de 78 años de espera.
Sin embargo, contar con agua domiciliaria, acarreará otro problema que la siguiente gestión deberá resolver. Darle operatividad a las PTAR, demandará alrededor de S/ 70 mil al mes por gastos de energía y pago de personal, explica el regidor Benito Paredes. El monto, no podría salir del canon pues este no financia este concepto – a excepción del mantenimiento-. La idea es que cada vecino pague por el consumo de agua, un pedido algo complicado. En Yarabamba, la población no paga arbitrios municipales, serenazgo, limpieza pública ni mantenimiento de parques ni jardines. Ello, explica Paredes, debido a que el municipio es visto como un ente “paternalista” que, al contar con recursos, financia todo. Cabe señalar que el 98% de los ingresos del municipio provienen del canon. Los ingresos directamente recaudados son mínimos.
La ley de regalías debe cambiar
La especialista de Descosur, Patricia Pinto, señala que se debe replantear la metodología para repartir regalías y canon. Deben aplicar un criterio de racionalidad. Eso evitará que distritos como Yarabamba tenga ingentes cantidades de dinero sin gastarlo y redireccionarlo a la Provincial que tiene otras competencias y necesidades.
Comenta, que el trabajo debe apuntar a fortalecer el gobierno local pequeño. “Se debe dejar de ver solo la ejecución presupuestal como un indicador”. Señala que el poco personal capacitado es responsable de estas situaciones. “Hay centros deportivos gigantes donde no corresponde. Tienen derecho a la recreación, pero antes que ello están los servicios básicos”, remarca. El cambio de las reglas está en manos del Ejecutivo o congresistas, que mediante una ley podrían aplicar cambios a la ley del canon y regalías.