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Sociedad

Callao: delincuente se hace pasar como devoto para robar cáliz de una iglesia

Sujeto se arrodilló ante el altar, luego ingresó a la sacristía y huyó del lugar con el objeto valorizado en 6.500 soles envuelto en una chompa.

Párroco indicó que acto fue un sacrilegio. Foto: Johann Klug / URPI-LR | Video: América TV
Párroco indicó que acto fue un sacrilegio. Foto: Johann Klug / URPI-LR | Video: América TV

Un sujeto robó un cáliz de la iglesia Juan XXXIII, ubicada en Callao, valorizado en 6.500 soles, la mañana del viernes 24 de este año, día en el que no había misas, sino solo atención del despacho parroquial. Las cámaras de seguridad del recinto grabaron todo el recorrido del delincuente.

De acuerdo al registro fílmico, el delincuente ingresó a la parroquia por la puerta principal ante la presencia de trabajadores del lugar, quienes no advirtieron sus intenciones.

Según declaró el párroco de la mencionada iglesia, Jorge Ramírez, a Domingo al Día, ese día, sus secretarias dejaron la puerta de la sacristía abierta. Ello fue aprovechado por el hampón, quien no hace mayor esfuerzo para entrar el espacio donde se guardan los valiosos objetos usados en los actos litúrgicos.

La cámara interna del templo muestra que, tras salir de la sacristía, se acerca a una de las numerosas bancas del templo. Se apoya y hace el ademán de orar mientras vigila eventualmente si se acercan más personas.

Algunos minutos después, se arrodilla y comienza a orar, incluso con las palmas juntas. De pronto, se pone de pie y entra a la sacristía a paso rápido. Ahí dentro, se quita la chompa que traía en la espalda amarrada al cuello y la usa para ocultar el cáliz que, según los trabajadores parroquiales, estaba labrado en oro.

Las cámaras graban cómo el sujeto camina con total tranquilidad mientras huye por la puerta principal de la parroquia.

Conocido lo sucedido, el párroco calificó el hecho como “sacrilegio, un acto contra lo sagrado”. También expresó que tienen temor de que robos así puedan repetirse.

“Estoy muy nervioso, porque ya no tenemos la tranquilidad que debe tener una casa como la de nosotros, una casa religiosa. Para nosotros, el cáliz es sagrado, y eso es lo que nos duele”, manifestó.