Sociedad

Incautan droga que sería del cártel de Sinaloa en vivienda de Cieneguilla

Para la Dirandro, el grupo dirigido por el hijo del Chapo Guzmán está detrás de la operación que pretendía llevar 887 kilos de cocaína de Perú hacia México.

Los 900 ladrillos estaban acondicionados dentro de una caleta en inmueble de Cieneguilla. Foto: captura de Panorama
Los 900 ladrillos estaban acondicionados dentro de una caleta en inmueble de Cieneguilla. Foto: captura de Panorama

Un importante cargamento de droga de alta pureza que pertenecería nada menos que al temible cártel de Sinaloa fue hallado esta semana en un operativo conjunto entre personal del grupo Escorpión de la Dirandro (PNP) y la Fiscalía Especializada en Delitos de Tráfico Ilícito de Drogas (Fetid) del Callao.

El hallazgo es producto de una larga investigación que comenzó el seguimiento a Servando García Castillo, alias ‘Pedrito’, desde octubre del año pasado.

“Nosotros teníamos información de inteligencia que Servando García Castillo era un personaje importante dentro de los grupos criminales peruanos que se vinculan con grupos internacionales”, comenta el general PNP Raúl del Castillo, jefe de Dirandro, a Panorama.

García es señalado como el principal acopiador de cocaína de la zona del Huallaga. Él viajó a México aparentemente para reunirse con el hijo del Chapo Guzmán en diciembre del año pasado.

Regresó a Lima y desde entonces habría gestionado para que se traiga de Tocache, en la región San Martín, 900 ladrillos con cocaína hacia un almacén en Comas. De este último distrito, el cargamento salió hacia una vivienda en la zona conocida como La Cueva, en Cieneguilla.

Un reportaje de Panorama señala que la casa de 600 metros cuadrados fue comprada por un ciudadano mexicano. Fue gracias al seguimiento y las escuchas legales a García que pudieron dar con ese lugar.

Agentes de la Dirandro ingresaron esta semana a la vivienda de Cieneguilla y, con la ayuda de un perro especializado, encontraron la caleta donde guardaron la droga. En total hallaron 900 ladrillos, que sumaban 887 kilos de cocaína, cuyo valor una vez que llegara a los Estados Unidos ascendería a los 50 millones de dólares.

Asimismo, intervinieron a tres ciudadanos mexicanos, quienes se habrían encargado de acondicionar la caleta y el traslado de la droga.

En paralelo se detuvo al también mexicano Alejandro Mejía Gaspar en su casa de La Molina, donde tenía 30.000 dólares escondidos en una pequeña caleta y una caja de seguridad. La Dirandro asegura que fue él quien coordinó toda la operación en Perú junto con García, ya que ambos fueron vistos reuniéndose.

Mejía Gaspar dijo ante los agentes antidrogas que aceptaría toda su responsabilidad y no diría nada por temor a represalias contra él y su familia por parte del cártel de Sinaloa.

“Resulta bastante preocupante para el Perú la presencia del cártel de Sinaloa, y resulta resaltable el golpe que se le ha dado a esta organización”, manifiesta el general Del Castillo.