UNSA colocó placa recordatoria por Scooby, perro emblemático de Arequipa
Autoridades universitarias determinaron que los restos de Scooby permanezcan en el área de ingenierías. Su muerte se produjo el pasado sábado.
Scooby se convirtió de un perro callejero a un can que custodió la Universidad Nacional de San Agustín (UNSA). Por muchos años, el animal se ganó el cariño de los universitarios y de la ciudadanía en Arequipa. Tras su muerte, sus restos ocuparán un lugar en el área de ingenierías de dicha casa de estudios.
Este jueves, encargados de la universidad arequipeña colocaron una placa recordatoria en el área verde localizada frente a la biblioteca. El animal fue cremado y se colocó una imagen recordatoria donde permanecen sus restos.
“Se ha destinado un pequeño lugar donde van a descansar sus cenizas de manera permanente”, indicaron.
Por su parte, la cuidadora de Scooby, Sonia, participó en la actividad y agradeció el gesto de la universidad. Además, leyó una pequeña carta de despedida al animal resaltando su singular comportamiento.
“La UNSA era tu casa. Yo más que nadie te voy a extrañar, hijito mío, pero seguiremos protegiendo y no nos olvidaremos de tu hijo, Rex. Para mí, la muerte de Sccoby ha sido uno de los peores golpes que he recibido en mi vida. No lo esperábamos”, lamentó.
La señora Sonia señaló que continuará cuidando a otros perritos callejeros que obtuvieron un hogar en la casa agustina. Por otro lado, hizo un llamado a las autoridades para que se promuevan acciones en favor de los animales y, especialmente, de la esterilización.
Scooby, no pedí ser callejero
Scooby comenzó a destacar en Arequipa por sus apariciones en las manifestaciones de todo tipo. Allí donde hubiera una marcha o una protesta, estaba Scooby junto a las personas que tomaban las calles. Se le vio muchas veces bajando del cono norte con destino al Cercado junto de hombres y mujeres que expresaban sus exigencias al Gobierno.
El robusto can también estuvo presente en las protestas que se desarrollaron por la avenida Independencia y en las concentraciones de la plaza de Armas, adonde llegaban todos para levantar su voz. Además, se unía a la hinchada del FBC Melgar y lucía su propia camiseta rojinegra.
Hace algunos meses, su cuidadora alertó sobre el estado de salud del can, pero su recuperación no fue favorable. El pasado sábado se confirmó su muerte y su posterior cremación.