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Sociedad

Profesora incentivó a sus alumnos a construir y donar camas para albergues de mascotas [VIDEO]

Noble gesto. Con el fin de ayudar a los animales a pasar el invierno y promover la solidaridad en sus alumnos, una maestra de tercer grado tuvo una generosa iniciativa.

En total, 27 camas fueron fabricadas desde casa por los alumnos del tercer grado del colegio Henri Menard de Comas. Foto: Jezabel Camargo.
En total, 27 camas fueron fabricadas desde casa por los alumnos del tercer grado del colegio Henri Menard de Comas. Foto: Jezabel Camargo.

En tiempos de crisis, los niños nos enseñan que los grandes gestos se pueden realizar con pequeñas acciones. Así lo demostró Jezabel Camargo Rivero, una profesora que impulsó un noble proyecto para enseñar a sus alumnos el valor de la solidaridad e incentivar la creatividad desde el hogar.

La docente de tercer grado de primaria del colegio Henri Menard, en Comas contó que para el curso de arte, propuso a sus estudiantes fabricar y donar camas para albergues de perros y gatos, de modo que las mascotas duerman abrigadas durante el invierno.

Camargo narra que la iniciativa nació de una inquietud a principios de julio. El invierno había llegado a Lima, y con este, la necesidad de muchos animales de protegerse contra el frío, en especial los que no tienen dueño.

Con una jaba para frutas, témperas de colores, materiales caseros y, sobre todo, mucha creatividad, la maestra emprendió el proyecto de diseñar camas para perros y gatos. De esta manera, los chicos podían desarrollar su ingenio desde casa y aprender a desprenderse de las cosas, afirmó, convencida, la docente.

Sin embargo, no solo los alumnos se animaron a colaborar. Los padres de familia, a quienes la profesora Jezabel propuso la idea por medio de WhatsApp, estuvieron muy emocionados por conseguir los materiales y lijar las jabas de madera, así los chicos podrían pintarlas y personalizarlas. Incluso los hermanos de los niños quisieron participar.

Como parte del proyecto artístico, cada niño era libre de expresar lo que deseaba en sus creaciones. Es así que dibujaron y pintaron huesitos, patitas y mensajes para los animales, con los elementos que tuvieran a su alcance. A modo de cojines, utilizaron desde rellenos de almohadas y ropa, hasta felpa y trozos de alfombras.

Así se abrigan los animales con las camas que les donaron. Foto: Jezabel Camargo.

Así se abrigan los animales con las camas que les donaron. Foto: Jezabel Camargo.

Luego de tres semanas de arduo trabajo, el lunes 27 de julio se dio la primera entrega de los proyectos. En total, la profesora consiguió que los alumnos fabricaran 27 camas, las cuales fueron distribuidas a los albergues Blue Can, en Ventanilla, con más de 100 perros y gatos a su cuidado, y a uno ubicado cerca del mercado Unicachi, en Comas que protege a 21 canes, entre perros adultos y cachorros.

Envueltas a modo de obsequio, las camas llegaron a su destino y rápidamente los albergues compartieron imágenes con las agradecidas mascotas, que ahora podrán dormir con el calor que merecen. Los niños del tercer grado, al ver sus esfuerzos siendo utilizados por los tiernos animales, no pudieron ocultar su alegría.

Las tiernas mascotas disfrutan las camas fabricadas por los niños de tercer grado. Foto: Jezabel Camargo.

Las tiernas mascotas disfrutan las camas fabricadas por los niños de tercer grado. Foto: Jezabel Camargo.

“Fue una gran lección”, sostiene la maestra, contenta de haber enseñado a los pequeños a desprenderse de las cosas y darlas a alguien más, por medio de esta “experiencia inolvidable”. Asimismo, Jezabel Camargo hizo un llamado a los docentes e instituciones que llevan clases virtuales, para incentivar a los alumnos a replicar esta iniciativa.

Su meta es llegar a más salones y que más colegios puedan poner en práctica este gesto caritativo. “No se exponen, no generan gasto en una situación económica difícil. La idea es tener voluntad”, señaló, y confía en que más personas lo harán, ya que hay numerosos albergues pasando necesidades a raíz del estado de emergencia en el Perú. Por suerte, como nos han enseñado los más jóvenes, la solidaridad no se echa en falta.