Edwin Licona, exgobernador de Cusco pide dejar la cárcel por COVID-19
Recurso judicial. Abogado de Licona sostiene que exautoridad tiene un problema de salud grave y el INPE no puede cuidarlo.
El exgobernador regional del Cusco, Edwin Licona, pidió la “cesación” de la orden de prisión preventiva que pesa en su contra desde el 6 de julio de 2019, mientras es investigado por delitos de colusión, peculado y otros. El abogado de Licona, Armstrong Velarde, pide que la cárcel sea sustituida por comparecencia con restricciones, en salvaguarda de su salud, ante el avance del COVID-19.
Licona es acusado de haber adjudicado a dedo 19 obras para descolmatar las cuencas de los ríos y evitar su desborde en 2015. En estos trabajos, la inversión ascendía a S/ 11 399 362. Lo grave es que ese mismo día las empresas favorecidas emitieron sus facturas sin haber efectuado ningún trabajo. Contraloría observó y anularon los procesos.
Licona, según el pedido de cesación entregado al Poder Judicial, padece de síndrome obstructivo pulmonar, bronquitis aguda, fibrosis pulmonar, entre otros males. Un informe médico del 15 de mayo último, firmado por el médico Ernesto Choquehuaya Morales, detalla esas dolencias en el exgobernador cusqueño. Además, hay un certificado médico legal del 24 de mayo, suscrito por Leticia Hermoza Ponce, que analiza el estado de salud de Licona y que ya se encentra en manos del Ministerio Público.
Licona padece, según esos documentos, de una enfermedad pulmonar progresiva “que, con el tiempo, hace que sea difícil respirar. Se vive con ella todos los días y puede causar discapacidad grave a largo plazo y la muerte prematura”.
La defensa del exgobernador sostiene que el INPE “no puede cumplir con el cuidado de Edwin Licona frente a la pandemia del COVID-19 y su vulnerabilidad a la que está expuesto por sus antecedentes clínicos de salud”.
Velarde también alega que el exgobernador por su condición actual no podría destruir ocultar, influir, inducir o realizar acciones de obstrucción de la acción judicial. Hay que recordar que el juez anticorrupción, Carlos Román Gil, aprobó la prisión de la exautoridad cusqueña porque, entre otras cosas, había riesgo de que presione a los testigos, colaborador eficaz y a sus coinvestigados.