Víctor Dávalos y el fin de una era musical
El regreso. Figura de la música arequipeña dejó de existir el último domingo y fue cremado. Sus seguidores lo homenajearon desde sus casas con aplausos y escuchando su música.
Mónica Cuti
Víctor Dávalos Salazar parecía eterno. Hace poco su hija María Antonieta cantaba con el guitarrista, entusiasmado y contento, los yaravíes y valses que lo inmortalizaron. Pero el sábado, un infarto fulminante apagó su vida. Don Víctor se fue para siempre pero seguirá vivo en los corazones de los arequipeños.
En tiempos de cuarentena, el pesar fue doble. Muchos hubieran querido despedir al cantautor y primera voz del dueto Los Dávalos en multitud. Acompañarlo y cantar el vals Melgar, La Benita o El regreso, aquella composición de Mario Cavagnaro que fue inmortalizada en la voz de don Víctor.
“Cuando yo muera que me entierren en tu suelo / y algún día bajo el cielo unas flores crecerán / será mi alma asomándose a la vida”, retumbó su cantar en las viviendas de diferentes puntos de la ciudad que lo homenajearon con aplausos ayer a las seis de la tarde. Era la forma de agradecer una vida dedicada a la música.
Víctor y su hermano José conformaron Los Dávalos, en los 50. Así iniciaron ese amor a la música local que escuchaban mientras jugaban y comían en la picantería que su madre, Albina Salazar Riveros, tenía en el barrio de Casa Rosada (complejo habitacional Nicolás de Piérola). En 1952 deciden viajar a Lima, donde dan el gran salto a la fama y son apoyados en la guitarra por el maestro Óscar Avilés.
La prematura partida de José (2002) fue un golpe para Víctor, quien por un tiempo se alejó de los escenarios. Sus hijas María Antonieta y Leslie continuaron con su legado.
VICTOR DAVALOS CANTANTE DE MUSISCA TIPICA AREQUIPEÑA
En vida, la grandeza de Los Dávalos fue reconocida. El Congreso otorgó una pensión de gracia para Víctor por sus 60 años difundiendo la música peruana. En 2017, el retrato de los hermanos Dávalos fue incluido en la galería de arequipeños ilustres del Museo Histórico Municipal.
Murió Víctor y aquí queda una época dorada. Para Nilo Cruz, subgerente de Educación y Cultura de la Municipalidad Provincial de Arequipa, la pérdida significa el final de una era musical en Arequipa. Esa que inició en los cincuenta, cuando las radios estaban en apogeo. “Los Dávalos marcaron un estilo y eso no tiene sucesor, hay muchos que cantan yaravíes o música tradicional, pero ninguno con el sentimiento y pasión de ellos”, dijo.
La despedida a un grande de la música
Ayer la carroza fúnebre con el cuerpo de don Víctor Dávalos Salazar fue paseada por las calles en el distrito de Alto Selva Alegre, con un pequeño grupo de 15 personas, medida tomada por esta emergencia contra la pandemia del COVID-19.
Fue escoltada hacia el crematorio del distrito de Hunter para incinerar sus restos. Así, de forma distinta, se despidió a uno de los íconos musicales de la tierra del Misti. Queda su música y sus recuerdos que lo mantendrán vivo.