Sociedad

A cambiar el chip

Por Carlos Páucar

Páucar
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No somos ciudadanos, somos sobrevivientes.

Sobrevivimos al terrorismo, a los gobiernos de García, al fujimorismo de padre e hija, al cólera, al Grupo Colina. Sobrevivimos ​a los corruptos de Odebrecht y sus pares peruanos, a presidentes para el olvido, al ​legislativo de becerriles, bartras y mamanis.

Algunos dirán que también sobrevivimos a las canciones de Gianmarco, a las películas de Tondero, al trío Bozzo-Magaly-Ortiz, ​a los covers de Zaperoko, ​al penal fallado de Cueva, al Siete colores de la Tía Veneno.

Así que, tranquilos, sobreviviremos a​l Covid-19.

Pero para ello también debemos sobrevivir a ​los 15 días de encierro en casa. No es el apocalipsis como ​me dijo un taxista con barba y colita, que trató de ganarme para los pescaditos. Es una emergencia. Una situación especial. Una tarea para no dañarnos, ni dañar a los que queremos.

​En estos días, pongamos nuestro aporte ​de no trampearle a las decisiones de nuestras autoridades que buscan detener el virus, el mismo que, de hecho, cambiará nuestras costumbres.

Es mejor, por eso, ir en el camino de las buenas vibras, del optimismo. Pensar con toque positivo sobre el aislamiento y no decir que nos obligan, que no nos dejan salir, sino creer más bien que lo hacemos por el bien común, que ayudamos a salvarnos y salvar a los demás.

Un amigo sicólogo me aconseja que evitemos la sobreinformación sobre el coronavirus, pues genera ansiedad y muchos temores. Que utilicemos la tecnología para mantenernos unidos con aquellos que queremos. Y también aconseja mantenernos activos, sin estar atados mucho rato al celular o al ordenador.

Tranquilos. Pensemos que hay quienes la ven mucho más difícil. Como el hombre y mujer que luchan por los soles diarios para la casa. O el migrante que depende de lo que encuentre en el camino.

Son días de solidaridad, de quitarnos ese chip del yo antes que el otro, de sacarnos el ropaje del egoísmo.

#QuédateEnCasa