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Sociedad

Aún no se puede acceder a compra legal de cannabis

Uso medicinal. Hace 8 meses se aprobó reglamento y aún no existe un protocolo de tratamiento. Pacientes exigen regulación.

Consecuencias. Demora genera un mercado negro en Perú.
Consecuencias. Demora genera un mercado negro en Perú.

Hace ocho meses –y luego de más de un año de retraso– se aprobó el reglamento de la ley que regula el uso medicinal y terapéutico del cannabis y sus derivados. Esta norma indicaba que en 90 días (tres meses) se debía tener listo el protocolo de tratamiento, que permita a los pacientes acceder de manera legal al uso de estos medicamentos; sin embargo, esto aún no se cumple.

Así lo informó la Defensoría del Pueblo, que recomendó a la Dirección General de Medicamentos, Insumos y Drogas (Digemid) y al Ministerio de Salud (Minsa) tomar las medidas correspondientes, pues la salud de quienes necesitan el cannabis para aliviar su dolor continúa deteriorándose.

“Nosotros pensamos que tendríamos un acceso más rápido, pero estamos igual que como empezamos”, denuncia Juana Olazábal, integrante de la Federación de Asociaciones de Cannabis Medicinal (Fecame).

Ella agregó que la aprobación de un reglamento, y aún no de un protocolo, ha dado paso a un “mercado negro de cannabis”, ya que,afirmó, afuera de los hospitales se pueden encontrar personas vendiendo una falsa medicina, y muchos pacientes la adquieren tras pensar que ya existe una regulación.

“Son marcas sin registro sanitario. Los que venden aseguran tener un aceite mágico, no hay manera de regular esto”, revela la joven, que vive con epilepsia refractaria desde hace casi 10 años y que encontró en el cannabis medicinal su única salvación.

Como se recuerda, el reglamento señala que, para hacer efectivo el uso medicinal del cannabis, la Digemid debe conducir el Registro Nacional de Personas Naturales y Establecimientos Farmacéuticos que lo importen y comercialicen; así como administrar el registro de entidades públicas y laboratorios que tengan la autorización para producirla.

“Yo sigo cultivando o trayendo el cannabis desde el exterior, y con el mismo temor”, sentencia Olazábal.