Narcos italianos abren nueva ruta por Argentina
Vía expresa. La mafia prefiere enviar por tierra de Lima a Buenos Aires los cargamentos de droga y luego despacharlos a Europa vía marítima para evitar que los narcotraficantes peruanos los engañen con la calidad y el peso del clorhidrato.
Por: María Elena Hidalgo
Un manuscrito encontrado durante un operativo policial en un almacén donde una banda de italianos acondicionaba 291 kilos de cocaína en los techos de tres camionetas cámpers sorprendió a los agentes antinarcóticos. Era una relación de localidades de Perú, Bolivia y Argentina que los policías no comprendían. Hasta que uno de los detenidos, Mirko Mecchini, reveló el secreto. Se trataba de una nueva ruta para despachar la droga hacia Italia.
Para los agentes antidrogas peruanos, era todo una novedad.
La ruta partía de Lima con dirección a Paracas, luego al balneario de Huacachina, y seguidamente hacia Nazca y a continuación a Arequipa. De Arequipa a Cusco, después a Puno con dirección a la capital de Bolivia, La Paz. El rumbo prosigue hacia Potosí y Tarija, localidad cercana a Argentina. Según el mismo documento de los narcos italianos, el cargamento debe seguir a Salta, Tucumán, Córdoba, Rosario y concluye en Buenos Aires, en donde miembros de la mafia reciben la cocaína peruana.
El detenido Mirko Mecchini confesó a los policías que en la capital argentina, dependiendo de la cantidad de droga, los capos resolvían despachar la droga por vía aérea o marítima. Fue toda una novedad.
Hasta donde sabían los agentes del Departamento de Inteligencia de la Dirección Antidrogas (DIVIAD), las mafias extranjeras preferían contratar a bandas peruanas para la adquisición de cocaína, acondicionamiento y despacho de droga a Europa. Pero lo que habían encontrado lo cambiaba todo.
¿Qué había pasado? De acuerdo con las fuentes antinarcóticos, la mafia italiana rompió con los narcotraficantes peruanos, luego de una serie de conflictos.
Mala experiencia
Los italianos acusaban a los peruanos de engañarlos con el peso de la droga, la calidad de la cocaína o de quedarse con el dinero y no despachar nada. Entre los compinches peruanos estaban las bandas de Gerson Gálvez Calle, ‘Caracol’, Gerald Oropeza López, Renzo Espinoza Brissolessi, ‘Rencito’, y Brian Camps Gutiérrez, entre otros.
Los narcos italianos lo tenían todo perfectamente cronometrado. Por ejemplo, de Puno para La Paz el recorrido de 265 kilómetros debía completarse en 4.35 horas. Los 507 kilómetros de Tarija (Bolivia) a Salta (Argentina), en 7.30 horas. Y el último tramo de 298 kilómetros entre Rosario y Buenos Aires, en 3.25 horas.
“Una de las principales razones por las que los italianos decidieron encargarse de la compra en Perú y la exportación de cocaína a Europa, es por el control de calidad. Se hartaron de los intermediarios peruanos, colombianos y mexicanos, que adulteraban la droga”, explicaron las fuentes antinarcóticos.
“Otro punto es el bajo costo. Anteriormente los italianos pedían al narcotraficante peruano que le entregara la droga en su país. El precio de un kilo de clorhidrato de cocaína puesto en Italia alcanzaba los 40 mil dólares, diferencia abismal si consideramos que un kilo de cocaína entregada en Lima cuesta 2 mil dólares”, precisaron las fuentes.
De acuerdo con el perfil de los detenidos hasta el momento, la mafia italiana envía a paisanos de bajos recursos que son captados para velar por el cargamento. Se presentan como supuestos empresarios que llegan al Perú para promover sus productos.
Captura clave
Así ingresaron en el país, en febrero del 2018, cinco narcotraficantes italianos por la frontera con Chile para publicitar la venta de motos acuáticas en Paracas. Cuando retornaban con las máquinas camufladas con droga adquirida en el Perú, la policía aduanera chilena los intervino en la frontera con 152 kilos de clorhidrato de cocaína.
En ese operativo fueron detenidos los italianos Massimiliano Beltrami, Nicholas Tassone, Luca Quagliuolo y los hermanos Doménico y Paola Vorro. Entre febrero y abril de este año, otro grupo de italianos conformados por Marco Milazzo, Riccardo Capecchi, Anxhelos Mirashi, Mauro Morra, Mirko Mechini y Roberto Artioli fueron arrestados en un local en el distrito limeño de San Martín de Porres mientras camuflaban 291 kilos de clorhidrato de cocaína en los techos de camionetas tipo cámper. La acción se llamó Operativo Los Romanos.
Los seis italianos también ingresaron al país presentándose como empresarios para promocionar la venta de casas rodantes.
Fue justamente en el departamento de uno de ellos que se encontró un documento con la ruta de retorno de los cámpers cargados de droga.
Los tres vehículos que importaron, luego de que fueran acondicionados con cocaína, serían conducidos por los italianos hacia Puno, luego a Bolivia y después a Buenos Aires, Argentina, desde donde serían despachados por vía marítima a Italia.
“Preferían recorrer por tierra la ruta de Lima a Buenos Aires porque el barco que sale del puerto argentino se va directo a Italia. Pero si partía por barco desde el Callao, existía mayor peligro de que se descubriera la droga, debido a que el navío debía atracar en diferentes puertos antes de llegar a Italia. Así corrían menos riesgos”, señalaron las fuentes.
Datos
- Nexos. En diciembre del 2018 cayó una banda de 48 personas en Italia, España y Argentina. Había varios peruanos.
- Enlaces. El italiano Stefano Di Profio, el argentino José Loza y el peruano William Weston Millones serían cabecillas.
Código secreto
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ruta de la droga