Deterioro visual va en aumento en el planeta
Los malestares se presentan en todas las edades y con mayor incidencia a partir de los 50 años, según especialista de Oftalmosalud, quien recomienda priorizar la prevención para evitar complicaciones mayores.
En el mundo hay más de 2.200 millones de personas que presentan un desmejoramiento en su salud visual, según un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), por lo que los especialistas señalan que este aumento en los malestares visuales puede atenderse con el uso de lentes u otros procedimientos.
Y aunque este informe de la OMS es del año 2020, los problemas visuales pueden haberse agudizado tras la pandemia, por el alto uso de pantallas de los dispositivos móviles, de las computadoras, laptops, tabletas, entre otros, utilizados para trabajar y estudiar.
En la mayoría de casos, la persona que padece la patología visual no la nota en primera instancia, complicando posteriormente las soluciones para atenderla.
Los médicos de Oftalmosalud recomiendan priorizar la prevención para evitar complicaciones mayores.
Se tiene que indicar que la incapacidad visual supone para la economía mundial un gasto anual asociado que afecta directamente a la productividad y que se estima en más de US$ 411 millones.
Chequeo médico oftalmológico. Foto: Difusión.
En la actualidad se considera que una persona tiene discapacidad visual si no tiene una visión de 20/400 o menos (lo cual equivale a la letra grande “E” cuando nos miden vista), lo que afecta sus posibilidades laborales y por tanto, mejores condiciones de vida, según César Bernilla, médico oftalmólogo de Oftalmosalud.
Bernilla, consideró necesario preocuparnos por instaurar una cultura de prevención en nuestra salud visual. Incluso en el caso de los niños de tres años es necesario llevarlos al oftalmólogo pediátrico, el cual evaluará la posibilidad que el niño o niña use gafas, con la finalidad de mejorar su capacidad visual. Adicionalmente, la cita con el especialista podría ser útil en el diagnóstico del ojo ambliope (ojo perezoso), lo cual se puede diagnosticar y atender antes que inicie su educación inicial.
Se debe recordar que cuando los niños inician su educación, que conllevan actividades inherentes al uso de elementos tecnológicos, sumado al mal hábito de no parpadear, podría ocasionar resequedad en la vista o el llamado síndrome del ojo seco, lo cual en muchos casos llevan al paciente a creer que el problema fue los anteojos recetados por el oftalmólogo.
La falta de una correcta evaluación oftalmológica anual en los niños puede desembocar en problemas de atención, que reducirán la capacidad de aprendizaje, y en ocasiones, motiva que los niños se metan en problemas mayores interpersonales.
“Seguimos creciendo y las actividades ya no son sólo educativas, sino empiezan las de índole laboral, lo cual demanda más de nuestras capacidades para concentrarnos en nuestro trabajo y los malos hábitos cada vez irán de mal a peor; un ejemplo de ello es seguir cambiando anteojos sin entender la razón de fondo de por qué tenemos medida en primera instancia”, puntualizó el especialista de Oftalmosalud.
“La edad sigue avanzando aparecen patologías recuperables como la Catarata (primera causa de ceguera reversible en el mundo) u otras que lamentablemente que no se pueden revertir, pero sí detener su avance y dolencias como es el caso del Glaucoma, (considerada la primera causa de ceguera irreversible en el mundo)”, dijo el galeno.