No solo mujeres. El testimonio de Domingo Mauri revela que las esterilizaciones forzadas del gobierno de Alberto Fujimori también alcanzaron a los hombres., Desde Colquepata, Cusco Domingo Mauri Quispe, vecino de la comunidad campesina Sispacancha Alta, en el distrito cusqueño de Colquepata, nunca ha relatado en público lo que le hicieron los médicos y enfermeros en el Centro de Salud de Paucartambo. Le da vergüenza. Lo esterilizaron contra su voluntad, en noviembre de 1996. Fue hace casi veinte años pero recuerda el episodio en el que lo humillaron, golpearon y sometieron para operarlo, como si fuera ayer. PUEDES VER: Víctimas de esterilizaciones forzadas exigen investigación exhaustiva Su caso pone en evidencia que la política de control de la natalidad del régimen de Alberto Fujimori no solo afectó a las mujeres. Y como a ellas, también le aplicaron métodos brutales para que no pudiera engendrar más hijos. Domingo, de 43 años de edad, enjuto y asustado, no parece la edad que tiene sino muchos más. De pocas palabras, pero firme, pudo vencer sus miedos para relatar lo que le hicieron. Cuando habla, tiembla. Dice a La República: "La enfermera Alicia va a mi casa, en la comunidad Sipascancha Alta, y me dice que hay campaña de salud en la provincia de Paucartambo. Me dice que es bueno que vayamos, que que es una buena campaña del Gobierno. Entonces, me indica que vaya a la posta de salud de Colquepata para luego ir a Paucartambo". El nombre de la enfermera Alicia no es nuevo. Ya lo habíamos escuchado de boca de mujeres operadas sin su consentimiento. La modalidad de captación de pacientes también era el mismo. Bajo engaños, forzado, violento. El campesino continúa su relato: "En ambulancia nos han traído al Centro de Salud de Paucartambo. Yo pensaba que era para el bien de nuestra salud, como nos dijeron. No estaba solo. Estaban conmigo otras dos mujeres en la ambulancia (Lorenza Illa Yanqui y Tomasa Yanque Chipa). Llegué y me sacaron un diente que tenía mal. Luego empecé a mirar por una ventana lo que le estaban haciendo a mis vecinas (Lorenza y Tomasa) y a otras señoras. Estaba mirando cuando es entonces que me han cogido. Eran cuatro hombres. Eran enfermeros. Me cogieron, me arrastraron, me encerraron y me hicieron la vasectomía. Yo estaba solo, no había nadie para que me ayudara. Me decían que tenía que hacerme de una vez la vasectomía para no tener más hijos. Me obligaron diciendo que Fujimori ha dado la orden, que es una ley del Estado que se tiene que obedecer". El mismo patrón Este testimonio identifica un patrón de conducta de los que participaron en las campañas de esterilización masiva que organizó el gobierno de Alberto Fujimori. Se aprovecharon de pobladores de habla quechua, campesinos, pobres, analfabetos o con primaria incompleta, como es el caso de Domingo Mauri. Cuando lo intervinieron quirúgicamente tenía dos hijas y 23 años de edad. Prosigue: "Me pusieron anestesia en una pierna y luego me han operado". Domingo solloza. Se le nota muy avergonzado. Se recupera y sigue: "Luego me han traído a mi casa. A todos nos han traído a nuestras casas, todos adoloridos. Hombres y mujeres. Desde esa fecha sufro de calambres; cuando intento trabajar me da calambres en todo el cuerpo, ya no puedo trabajar bien. Yo siento pena y también vergüenza". Su declaración fue corroborada por sus vecinas Lorenza Illa Yanqui y Tomasa Yanque Chipa, quienes también contaron cómo fueron esterilizadas. Lorenza contó: "En la posta de Colquepata me habían traído a ligarme. Me dijeron ustedes ya tiene demasiados hijos, ¿hasta cuándo van a tener mas hijos? Los enfermeros Alicia y Hernán me dijeron eso: 'Si no vas, tu esposo irá a la cárcel'. Fui a pie a la posta de salud de Colquepata y de ahí me han llevado en una ambulancia al Centro de Salud de Paucartambo. Allí nos han encerrado, estábamos de hambre". Tomasa Yanque añadió: "Cuando nació mi hijito, estaba mal. Los enfermeros Alicia y Hernán lo enviaron al Cusco. Estuvo internado en el hospital regional de Cusco por un mes. Luego Hernán y Alicia volvieron a mi casa y me dijeron: 'Tienes que traer otra vez a tu hijo a la posta de salud de Colquepata porque de seguro se va a enfermar otra vez'. Yo llegué y ahí mismo nos han llevado al Centro de Salud de Paucartambo en ambulancia, diciéndome que ahí curarían bien a mi hijo. Pero en lugar de eso me han ligado". En 1996 se hizo la vasectomía a seis varones en Colquepata y a 12 en Paucartambo, dentro de la campaña de esterilización masiva que planificó el gobierno de Fujimori. Domingo Mauri Quispe es uno de los pocos sino el único que se atrevió a contarlo. Para que nunca se olvide. ‘Me amarraron y me inyectaron’ Faustina Quispe Churata compartió la misma atroz experiencia que sus vecinos de la comunidad de Sipascancha Alta. Ella es campesina y analfabeta. Ha cumplido 49 años. Su relato coincide con el resto de testigos. "Llevé a mi hijo a la posta de Salud de Colquepata para vacunarlo. Y me llevaron en la ambulancia a Paucartambo diciéndome que ahí vacunarían a mi hijo. Yo sospechaba algo raro, ya no podía bajarme de la ambulancia, no me dejaban", manifestó. Agregó que en el vehículo le informaron que iban a ligarle las trompas porque no debían tener tantos hijos, "que era una orden del Gobierno que decía que cómo íbamos a educar hartos hijos". La operaron en el Centro de Salud de Paucartambo. "Me han amarrado, me inyectaron y ya no me acuerdo más", afirmó. "Mi cuerpo hasta ahora no responde bien. Desde esa fecha me fastidia la barriga, me hinca. ¿Por qué no somos importantes para los demás? Eso me pregunto", concluyó. Claves Como la mayoría de mujeres se negaba a presentarse a la posta de Colquepata, los enfermeros simulaban que vacunarían a sus hijos. Cuando llegaban, las subían a una ambulancia y las trasladaban a Paucartambo, donde las encerraban y luego las operababan. No les daban ningún medicamento.