Por MARÍA ELENA CASTILLO .......... E l diario de Caracas Tal Cual dio a conocer ayer un indicio más de que el ex asesor de inteligencia Vladimiro Montesinos habría estado en Venezuela a principios de diciembre pasado para someterse a una operación de cirugía plástica. En su edición digital, aparece una entrevista realizada a un fotógrafo especializado en retratar a personas que someten a este tipo de intervenciones quirúrgicas, quien afirma haber retratado a Montesinos el 8 de diciembre del 2000. Extrañamente, dos semanas después fue citado por la policía política de su país, a quien entregó las fotos, las únicas pruebas de la presencia del ex asesor. Desde hace diez años Hugo Ramos trabaja fotografiando a pacientes de los más renombrados cirujanos plásticos en Venezuela. Es por eso que no le llamó la atención, cuando el 8 de diciembre último retrató a un sujeto ñsegún él mismo describióñ sin cabello y con barba bastante crecida, quien acudió acompañado por el doctor Lorenzo Di Cecilia , del Instituto Diagnóstico de San Bernardino. "No me di cuenta de quién era. Sólo le tomé las fotografías preparatorias, como siempre hago, una de frente, dos de perfil y una de abajo hacia arriba, para que se vea la nariz con mayor detalle", reveló el fotógrafo a través del teléfono a La República . Recordó que el caballero ñque le fue presentado como Manuel Rodríguez ñ le comentó que no se sometía a la intervención por estética, sino por salud. Le contó que se operaría los párpados para mejorar su visión y la nariz porque tenía muchas molestias. Aseguró que algunos días después se enteró, a través del cirujano plástico, que su ocasional cliente era el hombre más buscado del Perú. "Me llamó y me dijo que me sentara, porque le había hecho fotos nada menos que a Vladimiro Montesinos. Y recién allí me puse a pensar y me di cuenta de que sí podía ser", indicó. Precisó que al ver con detenimiento los negativos que tenía en su estudio, concluyó en que se veía más delgado que en las imágenes que se presentaban de él en la televisión; que se había rasurado el escaso cabello, pero que las orejas y los ojos correspondían a los del ex asesor. Dijo, además, que llegó acompañado de una mujer rubia, de cabello lacio hasta los hombros, delgada, de buena porte y que tendría entre 28 y 35 años. En la policía política El 18 de diciembre el doctor Di Cecilia le pidió un juego de fotos adicional, explicándole que se las había pedido la Interpol. Y dos días después, recibió una boleta de citación de la Dirección de Investigaciones de la Dirección General de los Servicios de Inteligencia y Prevención de Venezuela (DISIP), más conocida como la "policía política". Ramos señaló que la citación fue llevada a su domicilio por un funcionario que se identificó como Jorge Méndez, quien, además, le solicitó que le entregara los negativos y las fotos que le tomó a Montesinos. "Yo se los entregué porque se trataba de un organismo del Estado y porque en el documento figuraba que había orden de la fiscal Jeny Gonzales", sostuvo. El 21 de diciembre a las 7.30 de la mañana, el fotógrafo acudió a las instalaciones de la DISIP, ubicada en la calle El Progreso, en el edificio conocido como el Helicoide. "Aceptaron adelantarme la entrevista porque ese mismo día salía de viaje. Tomaron mi manifestación ante un escribano. También estuvo el agente Méndez y las 9 y 30 estuve libre", expuso. La República se comunicó con la DISIP al teléfono 0058-2-603-6717, pero no quisieron confirmar ni desmentir ninguna información. Sin embargo, tuvimos acceso a la boleta de citación que está firmada por el Comisario General, Director Nacional de Investigaciones, Enoe Vásquez Aponte, y cuenta con el sello respectivo de la DISIP, en la que se cita a Hugo Ramos en calidad de testigo. Las autoridades en Venezuela tampoco han querido pronunciarse sobre esta nueva denuncia. La redactora Laura Weffer , del diario Tal Cual, autora del reportaje de investigación, dijo que el canciller de su país, José Vicente Rangel, no quiso brindar declaraciones sobre el tema. "Se excusó diciendo que la Cancillería ya había dicho todo lo que sabía al respecto y que no tenía nada que añadir", comentó. Sin embargo, hay muchas preguntas que merecen una respuesta, como por ejemplo, ¿dónde están las fotos que le fueron incautadas al señor Hugo Ramos? ¿Por qué no se comunicó esta diligencia al gobierno peruano? ¿Por qué se mantuvo en reserva? Así lo vio Hugo Ramos cuando Vladimiro acudió a su estudio Flaco, sin cabellos y con barba cana ..........El 21 de diciembre, a las ocho de la noche, según el diario Tal Cual , se presentaron unos agentes de la Disip en la oficina del fotógrafo Hugo Ramos para entregarle una citación pautada para el día siguiente. El viernes hizo acto de presencia en el Helicoide, donde fue interrogado por agentes del sector investigación durante menos de una hora. Coincidencialmente, en ese mismo momento, este cuerpo de seguridad del Estado de Venezuela presentaba a un supuesto Montesinos, un hombre de 27 años llamado Manuel Alexander Rodríguez, en lo que fue un claro montaje, una cortina de humo. Presentamos aquí parte de la entrevista de Laura Weffer Cifuentes , redactora del diario venezolano Tal Cual a Hugo Ramos. -Señor Ramos, ¿qué le preguntaron en la Disip? -Hicieron mucho hincapié en mi relación con Di Cecilia. El me envía pacientes desde hace cuatro años y eso fue lo que les dije. Es más, no lo conocía personalmente sino hasta hace poco, a raíz de todo esto. -¿Cómo lo trataron? -Bien. -Y, ¿qué pasó con los negativos de las fotos? -La gente de la Disip se lo llevó todo. Se llevaron todos los negativos y la foto que tenía de él. Incluso, la ficha donde tenía anotados el nombre y las especificaciones del paciente también se la llevaron. Ojos empapuzados Manuel Rodríguez es el nombre bajo el cual Vladimiro Montesinos se registró en el Hotel Avila durante su estadía allí, el mismo que utilizaría para entrar al país y para verse con Di Cecilia. -¿Cómo lucía? -Tenía una barba canosa, muy poblada. Estaba muy flaco y prácticamente calvo. No vino con traje sino vestido con un pantalón, una camisa y, si no recuerdo mal, con una especie de chalequito. Parecía que hubiese ido a la playa, pues estaba quemado por el sol y la parte superior de su frente estaba más blanca, como si hubiese usado una cachucha. -¿Le notó un acento extranjero? -No, para nada. Ni a él ni a las personas que lo acompañaban. - ¿Cómo es el procedimiento normal en estos casos? -El paciente llega, se le toma la foto y después el médico decide si lo hace volver a los dos o tres meses cuando se le haya bajado la hinchazón y los moretones producto de la cirugía. -Y, ¿usted lo reconoció? -Al principio, no. Sólo después de que hablé con Di Cecilia. -¿Está seguro de que era él, de que era Vladimiro Montesinos? (Esta pregunta fue formulada con foto en mano, una de las publicadas por el Ministerio del Interior de Perú). -Absolutamente. Esos ojos empapuzados son los mismos y por las orejas también lo puedo reconocer. Las orejas siempre son únicas y no hay dos personas que las tengan iguales. El hermetismo en el Instituto Diagnóstico de San Bernardino no se ha reducido con el transcurrir de los días. Sin embargo, por personeros de esta clínica, que prefieren mantener su identidad bajo secreto, se supo que la operación que se le practicó fue una corrección funcional de desviación septal (en otras palabras, un enderezamiento del tabique nasal) y se le subieron los párpados, para hacerlo lucir más joven. Tras haber pasado por esta cirugía, Rodríguez-Montesinos tendría que haber vuelto a los cinco días para quitarle los puntos de los ojos y a la semana para que se le removiera el yeso que tenía en la nariz. Sin embargo, el paciente no portó por allí. También se corroboró que estaba usando barba y que no tenía casi cabello. Y que, en esas condiciones, era imposible que tomara un avión, por lo menos hasta tres días después de la operación. Así como su nuevo rostro, el paradero de quien fuera el segundo hombre más poderoso del régimen de Alberto Fujimori -el jefe de los servicios de inteligencia del Perú, hoy acusado de torturas y corrupción- sigue siendo desconocido. Casi.