Habrían montesinistas en equipo de exhumación Aprodeh pide perito extranjero para evitar posibles intentos de ocultar la verdad Por ZAIDA ZAMUDIOm y LINA GODOY Representantes de la Asociación Pro Derechos Humanos (Aprodeh) solicitaron al Ministerio Público la inclusión de un perito extranjero en las investigaciones relacionadas con las presuntas ejecuciones extrajudiciales que se habrían perpetrado contra emerretistas rendidos en la residencia de la embajada de Japón, en Lima, el 22 de abril del 97. Formularon el pedido con el fin de que las pesquisas previstas sean desarrolladas con total transparencia y no medien posibles intentos para ocultar la verdad. La demanda fue planteada por Gloria Cano, abogada de Aprodeh, tras conocerse denuncias que involucrarían a algunos de los profesionales forenses, convocados para esclarecer el espinoso caso, con la ex fiscal de la Nación Blanca Nelida Colán, colaboradora incondicional del prófugo ex asesor del SIN Vladimiro Montesinos Torres. Según los doctores Juan Quiroz Mejía y Yolanda Cáceres, presidentes de la Sociedad de Medicina Legal del Perú y la Asociación del Cuerpo Médico Legal, respectivamente, el actual director de la morgue central ñuno de los miembros del equipo de investigaciónñ afronta incluso un proceso penal por suplantación de cadáveres. Considerando ello, Aprodeh solicitó ayer a la fiscal especializada de Lima, María Alva López, autorización para que se sume al grupo de especialistas el antropólogo forense norteamericano Robert Bux. Se trata de un perito con prestigio internacional, quien, además, es un destacado catedrático en la universidad San Antonio, de Texas, precisó la abogada Cano. Más exhumaciones Mientras tanto, prosiguiendo con las diligencias judiciales ayer fueron exhumados los restos mortales de Néstor Cerpa Cartolini, (a) "Evaristo", quien dirigió al comando terrorista que irrumpió con violencia y tomó rehenes en la residencia de la embajada de Japón. El cuerpo de Roly Rojas Fernández (a) "El Arabe" ñotro de los mandos emerretistas que participó en aquel atentadoñ también fue sacado de su sepultura. Lo propio se hizo con los cadáveres de dos subversivos no identificados, signados con los registros oficiales NN-4 y NN-7. Las referidas exhumaciones fueron realizadas en tres cementerios de Lima. En horas de la mañana, las autoridades desarrollaron su labor, simultáneamente, en los camposantos de Nueva Esperanza y Zapallal, situados en los distritos de Villa María del Triunfo y Puente Piedra, respectivamente. Por la tarde se procedió del mismo modo en el cementerio de Los Sauces, en San Juan de Lurigancho. El cuerpo de Néstor Cerpa Cartolini, fue el primero en ser exhumado de la tumba en que yacía desde el 24 de abril del 97 en el camposanto de Nueva Esperanza. Allí las diligencias fueron supervisadas por la fiscal María Alva López, participando como observadores el procurador público para casos de Derechos Humanos, Ronald Gamarra, y la representante de Aprodeh, Gloria Cano. Los trabajos se iniciaron a las 10.00 de la mañana y culminaron poco después de las 3.00 de la tarde. Fue necesario utilizar combas de acero para fracturar el grueso bloque de concreto que sellaba la sepultura del cabecilla emerretista. A dos metros bajo tierra se encontró el rústico féretro que contenía el cadáver, el cual, a diferencia de los otros casos, no estaba recubierto con bolsas de plástico. El cuerpo conservaba aún tejido muscular y piel, pese al tiempo transcurrido. Vestía con una camisa clara, una chompa de lana y un pantalón de color impreciso. La abogada Cano precisó que el llamado comandante "Evaristo" tenía el cráneo destrozado. De acuerdo a informes oficiales difundidos hace 4 años, Cerpa Cartolini sufrió el impacto de 42 proyectiles de armas de fuego, durante el operativo "Chavín de Huántar". Once de las balas le habrían perforado la cabeza. En el mismo camposanto, en una tumba distante unos 8 metros de la anterior, fue exhumado un subversivo no identificado signado con el número NN-4. Previamente surgió una situación de incertidumbre debido al hallazgo de un paquete extraño en dicho escenario. Inicialmente se temió que podría tratarse de una bomba, por lo que se dispuso la intervención de agentes de la UDEX-PNP. Los peritos policiales comprobaron, poco después, que se trataba de una falsa alarma, dejando el camino expedito a los investigadores forenses y autoridades presentes para continuar con su labor. En la segunda tumba se encontró sólo restos óseos. Se observo que el NN-4 presentaba fracturas en el cráneo. Mediante pruebas especiales podrá establecerse en los próximos días el sexo y la edad, indicaron los especialistas forenses. Desde que se iniciaron hasta que culminaron los trabajos en el cementerio de Nueva Esperanza, pudo notarse la presencia de las hermanas Rosa e Irene Cartolini, tías maternas de Néstor Cerpa. También, a prudencial distancia, permanecieron reunidos unos 30 varones y mujeres que dijeron ser familiares de presos del MRTA. El grupo portaba pancartas en donde se leía "Pueblo exige justicia y sanción", "por una Comisión de la Verdad", y "verdad es democracia". "El Arabe" A las 11.40 de la mañana en el cementerio de Zapallal, ubicado en el kilómetro 29 de la Panamericana Norte, se procedió a la exhumación de otro emerretista no identificado, signado con el número NN-7. Los fiscales adjuntos Víctor Torrejón Burga y Janet Romero Córdova, peritos de criminalística y un equipo de especialistas en antropología forense, desarrollaron dicha labor que se prolongó durante 3 horas. El jefe del equipo de criminalística asignado a este caso, Víctor Suárez, aseguró que encontraron suficientes evidencias que ayudarán a establecer quién era en realidad la víctima que mostraba un orificio de bala en la cabeza. Los mismos fiscales, en horas de la tarde, acudieron al camposanto de Los Sauces, en San Juan de Lurigancho, para supervisar la exhumación de Roly Rojas Fernández (a) "El Arabe". A las 5.30 p.m. se inició dicha diligencia. Una hora y media después recién fue posible extraer de uno de los nichos de un pabellón edificado en las faldas de un cerro, el cuerpo del emerretista. El mismo mostraba 27 orificios de bala, cuatro de ellos en la cavidad craneana. Presenciaron el acto doña María Fernández, madre del occiso, así como sus hermanos Edilio y Marisol Rojas. Los deudos demandaron que las investigaciones sean realizadas profunda e imparcialmente, para conocer la verdad. En ambientes aislados de la Morgue Central se encontraban hasta anoche los restos de 9 de los 14 subversivos que fueron abatidos en la residencia de la embajada de Japón. Voceros del Ministerio Público informaron que los exámenes que se tienen previsto ejecutar recién empezarán a ser realizados cuando se concluya con las diligencias de exhumación.