Cerca. Policía brasileña sospecha que abogado de constructora OAS, Alexandre Portela, traía dinero de sobornos al país. Antes de viajar a Lima se reunía con Alberto Youssef, cerebro del esquema de corrupción revelado por operación 'Lava Jato'., El 16 de enero del 2014 el joven abogado Alexandre Portela Barbosa descendió del avión que lo conducía de vuelta a la ciudad de Sao Paulo desde Lima. Tras tomar su equipaje y sin despertar mayor sospecha de los agentes aduaneros salió del aeropuerto para dirigirse al centro de la gran metrópoli brasileña hasta el despacho principal del empresario Alberto Youssef. Tras una reunión de una hora y media exacta, Portela Barbosa abandonó las oficinas y se dirigió inmediatamente a la sede principal de la constructora OAS para dar cuenta de su fructífero viaje a sus jefes. Esta era la rutina que cumplía el abogado desde el 2011, año en el que OAS instaló una sucursal y ganó proyectos en el Perú y otros países. Lo que ignoraba Portela Barbosa era si quedaría rastro de ese discreto viaje al Perú y de otros. Desde que estalló la operación 'Lava Jato' en marzo 2014, agentes de la policía federal del estado de Paraná comenzaron a rastrear los movimientos del abogado y de sus principales jefes de la poderosa firma brasileña. Lo que fueron inicialmente sospechosas operaciones financieras terminaron siendo un millonario esquema de desvío y lavado de dinero que envolvía a la petrolera estatal Petrobrás. Alberto Youssef, a quien el joven abogado de OAS visitaba, resultó ser el articulador de una estructura financiera que se permitía destinar el dinero obtenido de amañados contratos públicos a cuentas de políticos y funcionarios. Descubierto y sin opción de evadir la justicia ante tanta evidencia hallada en sus archivos y sus computadoras, Youssef aceptó acogerse a la 'delación premiada' –suerte de colaboración eficaz para reducir su pena– y confesarlo todo, incluido todo lo que hacía OAS supuestamente para ganar los grandes licitaciones. Con la versión del 'doleiro', Youssef –experto en ocultar dinero en paraísos fiscales– y la de Paulo Roberto Costa, ex directivo de Petrobrás, la policía llegó a establecer que se pagaban sobornos para lograr los contratos con la compañía estatal. El uno por ciento del valor de los contratos era destinado al funcionario Paulo Roberto y otros directivos. Con esas evidencias, en noviembre pasado el juez Sergio Moro, a cargo del caso, ordenó la captura del presidente de la constructora OAS, José Aldemário Pinheiro Filho, los directores Agenor Magalhães Medeiros, Mateus de Sá Oliveira, José Nogueira Breghirolli, Fernando Stremel Andrade y João Alberto Lazzari. Todos ellos fueron acusados de lavado de dinero y corrupción activa. Alexandre Portella Barbosa también fue apresado, por supuesto papel en el destino de dinero de la corrupción al exterior. El hombre del maletín El 17 de noviembre, Portela fue sometido a un interrogatorio por los agentes federales a cargo del caso 'Lava Jato'. Además de querer saber si sabía de la existencia del llamado cártel de empresas ligadas a Petrobrás, los federales le inquirieron sobre sus sospechosos viajes al Perú coordinados con Alberto Youssef. A Portela se le mostró el contenido de un mensaje enviado por Youssef el 25 de setiembre del 2013 –cinco días después de su viaje al Perú– en que este le mencionaba "¿cómo fue la reunión con los amigos allá?". Los agentes también le mostraron la respuesta que Portela habría dado: "Foi Show de Bola!!!" (Estuvo muy bien). Insistieron sobre los motivos por los cuales se reunió por lo menos en 10 ocasiones con Alberto Youssef, el principal implicado en el caso 'Lava Jato'. Inclusive le mostraron el registro de visitas a la oficina del 'doleiro'. Los policías querían saber por qué el abogado de OAS, antes y después de sus viajes al Perú y Colombia, visitaba las oficinas de Youssef. Para darle un ejemplo de cuánto estaban enterados, los interrogadores le mostraron cómo los encuentros con el criminal coincidían con los viajes a Lima en agosto y setiembre del 2013 y con el de enero del 2014. Silencio cómplice Tras escuchar la lista de preguntas, Portela solo atinó –a sugerencia de los abogados de OAS– a decir que tenía derecho a permanecer en silencio hasta tener en sus manos la información que fundamenta su detención. Cinco días después, la defensa logró que el juez ordenase la libertad de Portela bajo la condición de no salir del país mientras dure el proceso. El letrado abandonó la cárcel de la superintendencia de la Policía Federal de Paraná, pero las investigaciones continúan. Aún las autoridades buscan determinar cuál fue el motivo de los discretos viajes de Portela al Perú, Colombia y Panamá y, sobre todo, la relación con el seudoempresario. El abogado registra 33 ingresos a Lima desde marzo del 2011. El último viaje de Portela Barbosa coincide con el del español Rafael Angulo López, mano derecha del 'doleiro', y una de las cuatro mulas a las que se refiere la policía federal. El sexagenario admitió que llevó dinero en una declaración difundida en diciembre pasado por la revista "Veja". Según confesó a las autoridades, el dinero a transportar al exterior era recogido en la oficina principal del ejecutivo de OAS en Sao Paulo, en sacos y en grandes bolsas. Tras coordinar con su jefe, Alberto Youssef, Angulo viajaba con el dinero a Río de Janeiro para salir desde el aeropuerto internacional rumbo a Lima. "En Lima, Rafael entregaba el dinero al gerente de contratos de OAS, Alexandre Mendonça. Un punto de encuentro era en una universidad", señala parte del informe judicial revelado por la revista. Además de Rafael Angulo hubo otro tres que reconocieron públicamente haber compuesto el "servicio" internacional de dinero. El empresario Leonardo Meirelles ha dicho a IDL-Reporteros que trajo dinero al Perú para la firma OAS. “Yo personalmente llevé dinero a Lima en una oportunidad. Los de OAS requerían que se hagan pagos en el Perú y se llevó el dinero en cash”, dijo. “Llevaban entre 200 y 400 mil dólares en cada viaje. Yo vi unos cuatro o cinco viajes de ellos... Llevaron en total un aproximado de un millón 500 mil dólares entre finales de 2012 y 2014”. Los resultados preliminares de la Operación "Lava Jato" indican que los sobornos que pagaban las empresas del cártel del petróleo a funcionarios públicos alcanzaban hasta el 3% de contratos firmados. Según Transparencia económica del MEF, la filial OAS tiene proyectos en el Perú desde el 2012 y el monto de las licitaciones ganadas superan los 500 millones de soles.