Política

Exgobernador Goyo Santos sobre Luis Pasapera: “Es un fanfarrón y un estafador”

Vieja tradición. Luis Pasapera Adrianzén, el jefe directo de Karelim López, fue colaborador eficaz en un caso de corrupción contra Gregorio Santos, condenado a 19 años de prisión. El exgobernador de Cajamarca recordó cómo opera Pasapera, ahora implicado en otro caso de pagos ilegales.

Frente a frente. Durante la gestión del exgobernador Gregorio Santos, Luis Pasapera Adrianzén afirmó haber pagado sobornos para obtener contrataciones. Foto: composición LR
Frente a frente. Durante la gestión del exgobernador Gregorio Santos, Luis Pasapera Adrianzén afirmó haber pagado sobornos para obtener contrataciones. Foto: composición LR

El empresario Luis Pasapera Adrianzén, detenido por el caso de la presunta licitación ilícita del puente Tarata III, que involucra al presidente Pedro Castillo y a sus sobrinos Fray Vásquez y Gian Marco Castillo, no es la primera vez que enfrenta a la justicia por un caso de corrupción.

En 2012, cuando todavía aparecía como fundador y accionista de la constructora Termirex junto con sus hermanos, Luis Pasapera resultó implicado en pago de sobornos al exgobernador de Cajamarca Gregorio Santos. Pasapera se acogió a la colaboración eficaz, confesó haber abonado coimas a Santos y así evitó la cárcel, mientras que Santos fue condenado a 19 años de prisión.

Para curarse en salud, los hermanos de Luis Pasapera simularon apartarlo de Termirex, pero siguió vinculado con la constructora como operador, usando como fachada la empresa Grupo Arcose, a nombre de un miembro de la familia, Héctor Pasapera López. Karelim López Arredondo trabajaba para el Grupo Arcose, y fue ella quien reveló a la fiscal Karla Zecenarro el papel que cumplió Luis Pasapera.

La República contactó con el exgobernador Gregorio Santos, y le preguntó sobre la actuación de Luis Pasapera, quien, nuevamente, se acogería a la colaboración eficaz. Luis Pasapera, como lo ha demostrado documentalmente este periódico, era quien con frecuencia visitaba el Ministerio de Transportes y Comunicaciones en compañía de Karelim López. Ella ha admitido que existió corrupción en la adjudicación del proyecto Puente Tarata III por S/ 232,5 millones.

“No sabía de la existencia de Luis Pasapera hasta que lo conocí en el proceso judicial. Él dice que me conoce en un encuentro en el hotel Meliá convocado por la Presidencia del Consejo de Ministros. Pero no ha sido corroborado ningún encuentro. No existen facturas, boletas, ni los videos, pero el tribunal validó la versión. Durante el juicio quedó evidenciado que se relacionó con su compañero de promoción en el colegio, Deyber Flores Calle, quien había sido designado administrador del Gobierno Regional de Cajamarca. Entre las funciones de Flores estaba la designación de los miembros del Comité de Licitaciones. Luis Pasapera y Deyber Flores nacieron en el mismo distrito de Frías, en Ayabaca, Piura”, dijo Santos.

En el juicio, Luis Pasapera declaró que, al no haber sido seleccionada la empresa de sus hermanos, cedió su lugar a la brasileña Aterpa, la que pagó 2,1 millones de soles en sobornos a autoridades del gobierno regional de Cajamarca, entre ellos Gregorio Santos.

Según el exgobernador Santos, lo que no dijo Pasapera fue que usó su relación amistosa de años con Deyber Flores para direccionar la licitación en beneficio de Aterpa.

“En 2012, durante el conflicto con la minera Yanacocha por el proyecto Conga, concentré mi atención y la mayor parte de mi tiempo a este caso. Por lo que se encargó a la Gerencia General la ejecución y seguimiento de los proyectos de inversión. En ese contexto, Deyber Flores se convirtió en operador de Luis Pasapera en dos proyectos: la carretera Celendín-Bambamarca, y el mantenimiento de la vía Choropampa-La Asunción-Cospan. Cuando son descubiertos, el exfiscal Walther Delgado Tovar les presentó el salvavidas de colaboración eficaz, y el libreto en su declaración es que actuaron por orden del número uno, crearon la figura de los porcentajes para involucrarme y decir que determinada cantidad de dinero era para Santos. Pasapera es un estafador, fanfarrón, ha utilizado a inversionistas españoles y brasileños para cobrar millones, pagar sus deudas a la Sunat (Superintendencia Nacional de Administración Tributaria) y repartirse con Deyber Flores (su compadre) y familiares. El levantamiento del secreto de las comunicaciones y bancario así lo demuestran”, explicó desde la cárcel Gregorio Santos a La República.

Luis Pasapera ahora sería aspirante a colaborador eficaz por el caso de la adjudicación de la construcción de un puente en el Huallaga al Consorcio Tarata II, integrado por la empresa Termirex, de propiedad de sus hermanos, entre ellos George Pasapera Adrianzén, el gerente general.

“El expediente judicial ubica a Luis Pasapera como el personaje que ofrece ganar licitaciones públicas. Y luego, la dupla de compadres y amigos de infancia, Deyber Flores y Luis Pasapera Adrianzén, usaron sus empresas para firmar contratos simulados y la empresa brasileña Aterpa le deposita fuertes sumas de dinero”, relató Gregorio Santos.

La República identificó a Luis Pasapera como operador de la constructora de Termirex, pero este, mediante cartas notariales, lo negó. Hasta que la propia Karelim López reconoció que junto con Luis Pasapera trabajaban juntos para Termirex, la compañía familiar.

En sociedad. Karelim López trabajaba para Luis Pasapera. Foto: difusión

En sociedad. Karelim López trabajaba para Luis Pasapera. Foto: difusión

Santos afirma ser una víctima de conspiración

Según la versión del exgobernador de Cajamarca Gregorio Santos, fue acusado, procesado y sentenciado, sobre la base de las declaraciones del colaborador eficaz Luis Pasapera, sin que sus afirmaciones fueran corroboradas.

También afirma que en la conspiración participaron empresarios mineros que operan en Cajamarca, porque su presencia como autoridad afectaba sus intereses económicos.

Santos dijo que recurrirá a la Corte Interamericana de Derechos Humanos, porque organismos como la Contraloría General de la República no encontraron acciones en agravio de los fondos públicos.