Política

Cayara: testigos de la matanza acusan a militares

Testimonios. Marcial Crisóstomo y Priscila García vieron los cadáveres de campesinos asesinados por el Ejército.

Relato. Marcial Crisóstomo contó al juez cómo fue la matanza.
Relato. Marcial Crisóstomo contó al juez cómo fue la matanza.

Por: María Elena Castillo

Dos pobladores de Cayara (Ayacucho) que fueron testigos de la matanza contra 34 campesinos cometida en 1988 relataron en juicio oral la forma en que militares llegaron a la comunidad y asesinaron a varios pobladores, acusándolos de terroristas.

Uno de ellos fue el entonces teniente gobernador de Cayara, Marcial Crisóstomo de la Cruz. En la última audiencia contó que el 13 de mayo por la noche, efectivos del Ejército llegaron al pueblo en camiones disparando, y se lo llevaron como guía.

"Me agarró a golpes, puñetes, con arma, y me sacó a la calle", refirió. Contó que en el camino a las casas de otras autoridades vio que había comuneros tomando en la puerta de la iglesia, y al regresar notó un montículo cubierto de ponchos.

"La gente que estaba tomando ya estaba muerta, en la puerta estaba amontonada y tapada con ponchos, y la sangre corría", detalló. "Y me dijeron: así vas a morir tú también", dijo.

Lo obligaron a cargar la radio mientras los guiaba por diferentes comunidades. En ese recorrido vio que golpeaban a varios campesinos, se llevaban las frazadas, les ordenaban darles comida y separaban a las mujeres más jóvenes.

Llevaron a Crisóstomo a la base de Hualla, donde lo mantuvieron 4 días. Allí escuchó que los militares comentaban que el presidente Alan García iría a la zona y no querían detenidos.

En ese momento pensó que lo matarían, pero lo soltaron. Le dijeron que lo matarían si lo volvían a ver. Huyó de Ayacucho.

También declaró Priscila García, quien pasó por Cayara al día siguiente de la matanza y vio los cadáveres de pobladores.

Así lo relató en 1988 al entonces fiscal a cargo del caso, Carlos Escobar. Sin embargo, cuando regresó ya no estaban los cuerpos. Habían sido levantados por los militares.