ONP, mayo 2024: cronograma de pagos
Política

El Informante: El difamador fantasma, por Ricardo Uceda

El caso de Yorlank Arenas, quien descubrió que el partido Podemos presentó firmas falsas a la ONPE. Ha sido sentenciado por difamación. Lo insólito: un juez lo confunde con el autor de El Informante.

Los tres. A la izquierda, el juez Ahomed. Al centro, Arenas. A la derecha, la fiscal Silva, quien dejó la ONPE y hoy combate al crimen organizado.
Los tres. A la izquierda, el juez Ahomed. Al centro, Arenas. A la derecha, la fiscal Silva, quien dejó la ONPE y hoy combate al crimen organizado.

El 3 de julio del 2018 esta página se tituló Perseguido por la ONPE. El personaje fue Yorlank Arenas, un abogado del organismo electoral. Directivos de la ONPE querían facilitar la inscripción ante el JNE del partido Podemos, de José Luna, y Arenas, desde su puesto, no era funcional. En 2017, en la fase de revisión de firmas de adherentes, Arenas encontró anomalías en las planillas. Las reportó en tres ocasiones. Entonces se abrieron procesos administrativos en su contra.

El contexto era mayor: la ONPE venía siendo controlada por un sector del Consejo de la Magistratura (CNM) que respondía a José Luna y a su operador, José Cavassa. El CNM había amañado la designación del jefe de la ONPE, Adolfo Castillo. Una vez nombrado, Castillo dejó el poder a un asesor ejecutivo, Fernando Obregón, quien en coordinación con Cavassa trajo a nuevos funcionarios. La ONPE validó ilegalmente firmas falsas de adherentes de Podemos, y fue así como consiguió inscribirse en el JNE. Pero esto se comprobó después de que el CNM suspendiera a Castillo, el 18 de julio del 2018. En ese momento el pedido para que renunciara ya era un clamor. Graves denuncias del intervencionismo habían aparecido en los medios.

Acusador acusado

Las ilegalidades cometidas durante la gestión de Castillo son investigadas por una fiscalía y han sido comprobadas por el Organismo de Control Interno de la ONPE (OCI), en parte gracias a la documentación dejada por la ex asesora jurídica Susana Guerrero. Antes de dar la cara públicamente Guerrero advirtió al distraído jefe de la ONPE del favorecimiento a Podemos. El rol de Yorlank Arenas se conoce gracias a esas denuncias, puesto que él nunca recurrió a la prensa. En la actual coyuntura, una rama de la investigación a los Cuellos Blancos es precisamente el control de la ONPE desde el CNM. Una hipótesis es que la organización tenía varios líderes, Cavassa entre ellos. Su campo de acción era la ONPE.

El Informante detalló la hostilización contra Arenas quince días antes de que el jefe de la ONPE fuera suspendido. Le achacaban falsamente la pérdida de un documento presentado por Podemos. Y la omisión de información en un informe a la secretaría general. Le preparaban un tercer proceso por haber, supuestamente, permitido que personas extrañas a la ONPE ingresaran a su oficina. En realidad se orquestaba su despido por ser uno de los denunciantes veraces de la politización institucional. Mientras lo investigaban, fue suspendido.

La nueva jefa

El Informante dio pormenores del rol que jugó la jefa que la administración Castillo-Obregón le puso a Yorlank Arenas en 2017: Laura Silva Seminario, una fiscal que, suspendiendo su carrera en el Ministerio Público, vino a hacerse cargo de la subgerencia de Atención al Ciudadano. A fines del 2017 esta era la sección donde Arenas revisaba minuciosamente –como debía ser– las 58 cajas que contenían las firmas de Podemos. La subgerenta le ofreció adicionarle personal para que avanzara más rápido.

Arenas no lo aceptó. ¿Por qué iba a darle a una organización política un trato distinto al de otras? Silva le pidió el proyecto de su informe sobre Podemos, dándose cuenta de que contenía observaciones. Una declaración de Susana Guerrero (ante la fiscalía) sostiene que Arenas fue presionado por su jefa. Según la ex secretaria general, María Cecilia Espinoza, Silva trataba con representantes de Podemos. Existen pruebas documentales de estos hechos, referidos por El Informante en 2018 y atribuibles solo a su autor, Ricardo Uceda. ¿Por qué sería necesario refrescarlos ahora? Es que hay una segunda parte de la historia.

Tremendo juez

El 13 de setiembre del 2019, el juez Omar Ahomed, del 40º Juzgado Penal de Reos Libres, perteneciente a la Corte Superior de Justicia de Lima, sentenció Yorlank Arenas a un año de prisión suspendida por una supuesta difamación por intermedio de la prensa a la fiscal Laura Silva. La querella la presentó Silva por agravios que dijo haber recibido cuando era subgerenta de Atención al Cliente de la ONPE, en 2018 (ahora es Fiscal Provincial Contra Criminalidad Organizada). La prueba que presentó fue El Informante del 3 de julio del 2018, firmado por mí. Pero en el artículo Arenas no es citado como fuente ni le es atribuido ningún dicho en forma textual o inexplícita.

Tenemos así que por afirmaciones de mi completa responsabilidad un magistrado falló como si fueran de la persona a la que deseaba castigar: Yorlank Arenas. La resolución recoge, sin aceptarlas, sus inútiles negativas. Al sentenciar a un difamador fantasma el juez Ahomed no hizo un mínimo análisis del texto, no me llamó a declarar, no constató que Laura Silva jamás envió una carta rectificatoria. La fiscal tampoco me querelló, lo que hubiera más lógico. Pero, aún en esa contingencia, un magistrado podría advertir los elementos objetivos que ponen en cuestión el rol de la entonces subgerenta de la ONPE en el favorecimiento a Podemos.

Hija del CNM

Laura Silva llega al extremo de atribuirle a Arenas la descripción que hago de la complaciente entrevista que le hizo el CNM en abril del 2018, antes de ascenderla a fiscal provincial. Está en el internet y puede verla todo el mundo. Primera pregunta: ¿Qué piensa de la pena de muerte? Segunda: ¿Qué piensa del grado de cumplimiento de los reglamentos? Tercera: ¿Cómo obtuvo un préstamo de un millón de soles? Todo en ocho minutos. Descripción que, por otra parte, no tiene nada de difamatoria sino que luce más bien extraña, puesto que el CNM tenía ropa tendida en la ONPE en relación a Podemos. El partido estaba a punto de presentar firmas para su inscripción. La aberrante decisión del juez Ahmed, que incluye el pago de quince mil soles, fue apelada por la víctima.