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Política

Ayacucho: entregan 81 cuerpos de víctimas de la violencia política

Terror. 78 casos de asesinatos selectivos corresponden a 22 comunidades altoandinas de Chungui, en la provincia de La Mar.

Emotivo. Familiares por fin cumplieron rituales de entierro.
Emotivo. Familiares por fin cumplieron rituales de entierro.

Por Elías Navarro

En una emotiva ceremonia, después de treinta y cinco años, la Fiscalía entregó ayer los restos de 81 personas víctimas de la violencia criminal perpetrada, entre los años 1983 y 1985, por terroristas de Sendero Luminoso y las Fuerzas Armadas, en la provincia de La Mar, en Ayacucho.

El acto de entrega y restitución masiva de los restos humanos fue en la catedral de la ciudad de Huamanga, y estuvo encabezado por Luis Antonio Landa Burgos, fiscal superior coordinador de la Fiscalía Superior Penal Nacional y Fiscalías Penales Supraprovinciales y coordinador en los procesos por delitos de terrorismo.

Según Landa, las víctimas fueron asesinadas por la insania senderista, y la justicia parece haber estado esquiva; sin embargo, la Fiscalía realiza esfuerzos para lograr la identificación de los presuntos autores.

“Con esta entrega queremos transmitirles un mensaje de paz y esperanza a los familiares de las víctimas y el compromiso que tiene el Ministerio Público para seguir con las investigaciones”, dijo el fiscal Landa.

Durante el acto, los familiares no pudieron ocultar el profundo dolor que sienten al recordar cómo sus seres queridos fueron asesinados de la manera más espantosa en diferentes circunstancias, y por ello exigen ejemplar castigo para los responsables.

Luego, los familiares cargaron los ataúdes y recorrieron el perímetro de la plaza de Armas de Huamanga, para luego llevar en caravana a las 22 comunidades de Chungui donde podrán darles cristiana sepultura de acuerdo a sus costumbres. Ya tendrán un lugar donde podrán llevar flores en memoria de sus seres queridos.

PLos peritos han señalado que los trabajos de identificación fueron muy difíciles, por presentar los cadáveres fracturas y fragmentaciones en las osamentas por los 35 años transcurridos. Finalmente, tras un largo procedimiento y complicada tarea, los forenses han podido identificar a 81 cuerpos mediante un trabajo científico de ADN.

Hoy serán llevados a sus lugares de origen en las 22 comunidades de Chungui, donde los familiares esperan para darles entierro digno a pesar de que han pasado 35 años.

De acuerdo a los testimonios recogidos, las víctimas fueron asesinadas con armas de fuego, arma blanca (cuchillos, machetes, hachas) y armas contundentes (huaracas, piedras, palos). Algunos eran ahorcados con sogas. Antes de ser ejecutados, los campesinos eran obligados a cavar sus propias tumbas.

Según la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR), Chungui fue el distrito donde la violencia fue más intensa y atroz. Se registraron 1.384 víctimas entre muertos y desaparecidos, un 17% de su población.