Pedro Cateriano: “¿Qué valor tiene la palabra del fujiaprismo y sus aliados? ¡Ninguno!”
El expresidente del Consejo de Ministros consideró que en este momento no hay lugar para negociaciones políticas entre el Ejecutivo y la mayoría de Fuerza Popular y sus satélites en el Congreso. Además, sostuvo que el presidente Martín Vizcarra podría presentar otro proyecto de adelanto de elecciones con una cuestión de confianza.
Por: Jalbi Romero Mayuri
El ex primer ministro Pedro Cateriano sostuvo que no es recomendable una negociación política entre el Ejecutivo y el Congreso de la República, controlado por Fuerza Popular y sus aliados. Por otro lado, en diálogo con La República, estimó que la elección de los nuevos miembros del Tribunal Constitucional debería darse luego de que el exdirectivo de Odebrecht en el Perú, Jorge Barata, revele al Equipo Especial Lava Jato las identidades tras los 71 codinomes que esconden a receptores de dinero sucio de la empresa brasileña, entre los que no se descarta la presencia de actuales parlamentarios.
¿Ha sido un buen movimiento el del presidente haberse enfocado en el tema del Tribunal Constitucional ahora sin pronunciarse claramente sobre el archivamiento del adelanto de elecciones?
Creo que los dos temas son prioritarios. Y el hecho de que haya planteado este nuevo tema el presidente, no quiere decir que haya olvidado el asunto relativo al adelanto de las elecciones generales, tal como lo ha recordado el ministro de Justicia. En ese sentido, no son planteamientos que están en contra uno de otro.
¿No cree que el presidente debió dejarle claro a la ciudadanía que no ha claudicado sobre el adelanto de las elecciones?
Yo creo que es fundamental. Es decir, rendirse antes de tiempo sería una pésima señal política. Y no creo que haya llegado a esa conclusión el presidente Martín Vizcarra. Él todavía tiene la posibilidad de conversar con su presidente del Consejo de Ministros.
Si bien es cierto ha archivado el Congreso, de una manera ignominiosa, su proyecto, negándose a debatirlo [en el Pleno], yo creo que el presidente podría presentar otro proyecto de reforma para el adelanto de las elecciones, pero en esta oportunidad estableciendo un plazo. Ya no como el proyecto anterior.
¿Acompañado con una cuestión de confianza?
Naturalmente, con una cuestión de confianza. Sí.
¿Cómo ve la estrategia del Ejecutivo ahora?
En realidad, creo que no ha sido acertada en cuanto a los plazos. Si bien es cierto en un comienzo la propuesta [del adelanto de elecciones] fue acogida favorablemente por la ciudadanía, el presidente tuvo que hacer también una evaluación del comportamiento político del fujiaprismo en el Congreso, que ahora tiene otros aliados.
¿Estuvo mal asesorado el presidente?
Creo que sí ha habido, digamos, algo de impericia política en el manejo, que ojalá rectifique. Porque lo concreto es lo siguiente: si bien es cierto lo ideal era cumplir con los mandatos establecidos en la Constitución, ha sido el propio Congreso el que ha originado esta crisis política. El país no resiste dos años más de un bloqueo permanente que linda con el boicot frente a la labor gubernativa. Y seguramente esa fue una de las razones por las cuales el presidente tomó la decisión de ese planteamiento [adelantar las elecciones generales al 2020] ante el país. Ahora, con este archivamiento, el Parlamento le ha respondido políticamente al presidente. Esperemos cuál va a ser su respuesta.
El descuido del Ejecutivo de presentar el proyecto de adelanto de elecciones, dejando pasar tanto tiempo sin plantear una cuestión de confianza, ¿cree que se debió a que tal vez algunos ministros no estaban convencidos?
Creo que el presidente ha tenido dos errores de evaluación. El primero, cuando, luego del referéndum, el pueblo le dio un aval político mayoritario y contundente que dejó pasar. Y luego del propio mensaje a la nación [del 28 de julio], también hemos visto que, no sé si por razones de divisiones internas en el Consejo de Ministros —ahí estamos entrando ya al terreno de las especulaciones políticas—, también hubo una demora en la toma de decisión.
¿Cómo interpreta el archivamiento del proyecto?
El Congreso lo que ha hecho es simplemente repetir esta conducta tramposa que ha venido ejecutando desde que le otorgó ese voto de confianza al presidente del Consejo de Ministros [por la reforma política], también con artimañas. Luego, esta invitación a la Comisión de Venecia, que no solo ha sido una burla y una falta de respeto a los integrantes de ese órgano consultivo de la Unión Europea, sino, y sobre todo, un ninguneo, una falta de respeto a la opinión pública también, a la ciudadanía.
Mencionó que el archivamiento del proyecto es una respuesta política del Congreso al Presidente. Se ha dicho también, por otro lado, que este sería el momento para una negociación política. ¿Usted también lo ve así?
En este momento creo que no cabe ninguna negociación política. ¿Cómo vas a negociar políticamente con un poder del Estado que usa la trampa, que amenaza permanentemente el orden constitucional, que viola el orden jurídico del país? ¿Qué capacidad de negociación va a haber ahí? Hemos visto esta farsa de la invitación a la Comisión de Venecia. ¿Cómo se puede confiar en un Parlamento que dice ‘voy a invitar a unos juristas para que nos orienten’, y luego, entre gallos y medianoche, archiva draconianamente la iniciativa? ¿Qué valor tiene la palabra del fujiaprismo y sus aliados hoy en día? ¡Ningún valor!
Para el lunes está programada la elección de los miembros del Tribunal Constitucional. ¿Se debería suspender?
El proceso actual el fujiaprismo no lo va a detener. Este proceso ha nacido, diríamos, bajo las características de la prepotencia política, de la falta de transparencia, de la precipitación para lograr jueces que luego protejan a parlamentarios que se van a ver envueltos en el escándalo de los codinomes [revelados por Jorge Barata, en el marco del caso Lava Jato]. Que los protejan de las acusaciones o investigaciones que, con toda seguridad, tendrá que realizar la Fiscalía. Esa es la impresión que da este proceso.
Si tuviese que darle un consejo al presidente en esta situación, ¿qué le diría, en previsión también al escenario del lunes?
No soy nadie para darle consejos políticos al presidente. Lo que sí es importante es que recuerde que tiene la obligación de defender el orden constitucional y mantener vigente el sistema democrático, y tendrá que hacer una evaluación política de la gravedad de la crisis que venimos atravesando. Eso es lo único que podría señalar.
Por último, la denuncia de la magistrada Marianella Ledesma, ¿es válida también como un motivo para plantear la cuestión de confianza?
Confirma las sospechas que todos teníamos de cómo ha ejercido abusivamente el poder Fuerza Popular desde el Congreso, para encubrir a fiscales como Chávarry o al juez supremo Hinostroza, para perseguir a sus adversarios políticos y, en este caso, para intentar amedrentar a una magistrada del Tribunal Constitucional. Son hechos gravísimos indudablemente que, yo creo, de oficio, la fiscal de la nación debería empezar investigar.