La muy equivocada molestia de FP con Daniel Salaverry.,Una expresión más de que Fuerza Popular no ha entendido nada de por qué, luego de tener gran poder, hoy está en una situación penosa, es que responsabiliza de su penuria a Daniel Salaverry. Salaverry ha tenido una transformación política radical desde que llegó a la presidencia del congreso el 26 de julio gracias a ser uno de los soldados más leales de Keiko Fujimori. Fue Salaverry quien dirigió el operativo para derribar la presidencia de Pedro Pablo Kuczynski, lo cual seguramente fue crucial para que la jefa de la ‘botika’ lo designara como presidente del congreso, del mismo modo como ella puso a Luis Galarreta en el mismo puesto, un año antes, gracias a comportarse como el más agresivo y salvaje de esa barra brava que es la bancada parlamentaria de FP. Tanto con Galarreta, como en el período previo con Luz Salgado, FP demostró que el manejo prepotente y arbitrario de la presidencia del congreso era parte central del estilo poco democrático que tienen en ese partido para ejercer el poder. Pero algo sucedió con Salaverry que, apenas juró el cargo, empezó a tomar decisiones administrativas correctas y ajustadas al cargo, como sacar a algunos matones y espías que sus predecesores de FP habían puesto en el área de seguridad del congreso. Eso empezó a incomodar a algunos dirigentes de FP, pero el distanciamiento fue mayor desde que Salaverry no aprobó los torpedos antidemocráticos tradicionales en el fujimorismo y apoyó la lucha anticorrupción que dirige el gobierno del presidente Martín Vizcarra. El pleito del fujimorismo con Salaverry ya es abierto, y le enrostran asuntos de sus antepasados, le sacan lo de su deuda con Sunat, y –vía el congresista de los casinos y cooperativas– lo amenazan con sancionarlo en la comisión de ética por recordarle a Salgado que en el congreso no puede chillar como lo hacía en el partido con los que, por eso, se están yendo de FP. “¿Qué pecado hemos cometido al haber elegido a un enemigo?”, implora Karina Beteta, mientras Alejandra Aramayo acusa maltrato: “Cualquier otro presidente, de cualquier otra bancada, nos trataría mejor”. El problema de FP no es que, en el contexto cambiante de la política peruana, Salaverry haya decidido dejar de seguir el juego de Keiko Fujimori basado en la pataleta, la venganza y el blindaje a la corrupción, sino que varios de esta agrupación –especialmente los de la ‘botika’– crean que pueden seguir ejerciendo de congresistas como unos seres salvajes, prepotentes y felices.