El exprocurador anticorrupción, Julio Arbizu, señaló también que existe una conducta persistente del expresidente Alan García de eludir la justicia. ,El presidente de Uruguay, Tabaré Vásquez, comunicó por la mañana del último lunes que se denegaba el asilo diplomático solicitado por el expresidente Alan García. En este sentido, diversos especialistas han postulado cuál sería el panorama para el investigado luego de esta decisión que frustra su intento de salir del país. De esta manera, el exprocurador anticorrupción, Julio Arbizu, indicó en una entrevista que "la actitud de García sí supone un riesgo procesal mayor que podría ameritar la solicitud de detención preliminar", si se tienen en cuenta sus palabras y actos después de conocerse la medida de impedimento de salida del país por 18 meses. PUEDES VER Costa califica a Chávarry de "hermanito" por investigación contra fiscal Pérez Asimismo, Arbizu destacó que ya existía una medida de arraigo para el exmandatario aprista y que sus acciones constituyen "un síntoma de desesperación, de perturbación a la actividad probatoria y riesgo procesal". Cabe precisar que el exfuncionario señaló también que, debido a la "actitud reiterada y persistente de eludir la justicia" de García, no le sorprendería que en estos momentos se encuentre en la clandestinidad "y esperando el momento para salir", tal como lo hizo César Hinostroza pese al impedimento de salida del país que tenía. PUEDES VER Cateriano: “El rechazo del asilo a Alan García sirve para enfrentar la corrupción” Julio Arbizu advirtió, por último, que "lo que está esperando el fiscal [Domingo Pérez] es que se formalice la investigación preparatoria y pedir luego la prisión preventiva para el señor García". Como se recuerda, Alan García es imputado por los delitos de tráfico de influencias, lavado de activos y colusión agravada así como por sus vinculaciones con Odebrecht. Además, pesa sobre él también otra investigación por la concesión a la empresa APM Terminals de la realización de la obra del Terminal Portuario del Callao, en la que se encuentran otros 21 allegados de su segundo gobierno.