"A Roque solo le importa seguir siendo uno de los dueños del Perú",Ahora no solo Alan y Keiko, ahora resulta que también la Confiep es una perseguida política. Su actual presidente, el empresario minero de Buenaventura, uno de esos que han hecho y deshecho cien mil veces los destinos del Perú desde y para su chequera, denuncia una campaña de “destrucción del sector privado” por parte de ¿quién? De la Fiscalía, que se ha atrevido a investigar al club de los millonarios por aportes ilegales a la campaña de Keiko y ha osado citar al propio Roque a declarar. Habrase visto. Porque según Roque –quien nos quiere sacar de nuestra ingenuidad de gente pobre y honrada–, si Roque peligra, la empresa privada también, porque Roque ES la empresa privada. Para la Justicia, sin embargo, su predecesor en Confiep, Ricardo Briceño, sería presuntamente parte de la organización criminal del caso Cócteles, por eso Roque ha aprovechado el CADE para lanzarse en su defensa y de paso dar una charla sobre integridad moral. Quién mejor que él que, como se sabe, tuvo que reconocer que su organización recibió US$200 mil de Odebrecht para la campaña electoral de Keiko. En su omnipotencia piensa que nos vamos a tragar que hay un complot contra los héroes de corbata y gemelos de oro (encabezados por él), que en 2011, preocupados por nuestro país, reunieron dos millones de dólares para evitar que el comunista Ollanta nos destruyera. Millones que podrían haberse ahorrado porque el exmilitar que defendía los cerros y las lagunas se bajaría los pantalones a ritmo de Conga ya en el horizonte, para que Roque pudiera hacer un nuevo agujero en la tierra. El poder político siempre al ritmo de los Romero, los Graña Miró Quesada y los Benavides. Como ellos, Roque sabe que para ganar un milloncito más solo hay que criminalizar al enemigo, que en su caso siempre han sido los derechos de los demás, como cuando acusó al pueblo de Cajamarca de intentar destruir al Perú por oponerse dignamente a su estilo arrasador de hacer minería. Ahora su enemiga es la Justicia, a quien también intenta criminalizar. No sean ingenuos, como ayer, como hoy y como mañana, a Roque solo le importa seguir siendo uno de los dueños del Perú.