Histórica decisión de plantear la confianza al Congreso.,En un mensaje histórico, el presidente Martín Vizcarra planteó anoche, en uso de sus facultades constitucionales, una cuestión de confianza al congreso que tendrá una trascendencia significativa en la trayectoria política de este lustro. La solicitud es sobre los cuatro proyectos de reforma judicial y política que deben someterse a referéndum y que el presidente envió al congreso hace cuarenta días, sin que hayan tenido una atención prioritaria como lo ofreció el presidente del parlamento Daniel Salaverry. En vez de eso, el país ha sido testigo de los desplantes y desaires cargados de malacrianza y matonería por parte de Fuerza Popular que solo buscaban postergar hasta el infinito el debate sobre la reforma, ocuparse de la misma solo de manera parcial pues señalaron que los aspectos políticos recién se verían en tres años, y desnaturalizarla con el fin de proteger la corrupción de los jueces, fiscales y magistrados que actuaron para su interés político particular. Esa voluntad fue obvia esta semana en el debate bochornoso sobre el CNM en el congreso, buscando desnaturalizar la reforma con el fin de usarla para elegir a ‘sus’ autoridades electorales, y blindar la posibilidad de investigar la corrupción perpetrada por sus consejeros. Al final, incluso, se abstuvieron de aprobar la marcha de la reforma para sabotearla. Todo eso ha sido evidente para todo el país, y es por eso que en los programas de anoche de la televisión, antes del mensaje del presidente Vizcarra, los congresistas que protagonizaron en estos cuarenta días el desplante a la reforma y, en general, al país, como Rosa Bartra, Úrsula Letona y Luis Galarreta, parecían unos pobres desesperados por salvar su responsabilidad en el daño profundo que le han ocasionado al país. Esa desesperación la van a transformar en los días siguientes en acciones políticas que serán justificadas por abogados que opinan y actúan como políticos en vez de juristas, para impedir que se vote la cuestión de confianza planteada anoche por el presidente Vizcarra. Van a ser días turbulentos que, sin duda, van a tener un impacto en la estabilidad de la marcha del país, pero que es indispensable enfrentar porque la profunda corrupción en la justicia y en la política peruana ya es insoportable para los peruanos, quienes se expresan en un clamor popular por la reforma que el presidente Vizcarra ha recogido y a la cual el fujimorismo se opone por conveniencia. Ahora ya no cabe ni un paso atrás.