A una semana de su estreno y figurar entre las diez películas más taquilleras, su exhibición ha sido limitada a cuatro salas. Recelan que comentarios como el del congresista Edwin Donayre, quien dijo que podría ser considerada una apología al terrorismo, hayan influido en la decisión.,Gran mortificación ha causado entre los espectadores y artistas de la película La Casa Rosada, del desaparecido director Palito Ortega, que la exhibición de este largometraje se haya limitado a solo cuatro salas cinematográficas después de tener gran asistencia y muy buenos comentarios de la crítica especializada. PUEDES VER: Unesco: los medios sufren cada vez una mayor presión del poder político A partir de hoy esta película solo está en Cineplanet Risso, a las 2:20 pm; en Cineplanet San Miguel, a las 5:35 pm y 10:40 pm; en Cineplanet Mall del Sur, a las 3:00 pm; y Cinerama El Pacífico, a las 3:15 pm. En las redes sociales, el actor Oswaldo Salas manifestó que con estos horarios La Casa Rosada –que retrata los traumas de la guerra interna en los años 80 y 90 en la sierra peruana- está condenada a ser retirada de la cartelera en cualquier momento. Por su parte, el actor José Luis Adrianzén dijo que era increíble la decisión que han tomado aun cuando el público asistió masivamente a ver esta película, especialmente en los cines El Pacífico y Alcázar. “Por ahí dicen que habría alguna injerencia política, pero esta película no tiene nada que ver con apología al terrorismo como se ha dicho. En el estreno que se hizo para la prensa los periodistas estuvieron sorprendidos de la calidad de la película, y los críticos la consideraron una gran película, con buen color y sonido”, señaló Adrianzén. Días antes, el congresista Edwin Donayre, de Alianza Para el Progreso, declaró a Prensa 21 que esta película denigraba a las fuerzas armadas en la lucha antiterrorista y lamentó que el Ministerio de Cultura la haya premiado cuando el guión culpa a los militares de torturar inocentes. “El gobierno debe pronunciarse sobre el contenido de esta película, que podría considerarse una apología al terrorismo, pues los senderistas son los perseguidos y los militares los malos y torturadores”, dijo Donayre en esa oportunidad.