Política

Captura de Abimael Guzmán: Fujimori y Montesinos no sabían nada

Fuera de juego. El general PNP (r) Antonio Ketín Vidal y el coronel PNP (r) Benedicto Jiménez coinciden en relatar que Fujimori y Montesinos desconocían que el 12 de setiembre sería intervenida la casa donde se sospechaba que se escondía Abimael Guzmán. Había un plan gubernamental para asesinar al cabecilla, pero Vidal y Jiménez estuvieron en desacuerdo.

Captura de Abimael Guzmán: Fujimori y Montesinos no sabían nada
Captura de Abimael Guzmán: Fujimori y Montesinos no sabían nada

El general Antonio Ketín Vidal dejó en claro que ni Alberto Fujimori ni Vladimiro Montesinos estaban enterados de la captura de Abimael Guzmán. Así lo relató:

Cuando llegamos a la casa de Los Sauces, y al escuchar bulla de voces de mujeres que provenía del segundo piso, decidí subir por la escalera de la casa a la que llamábamos “El Castillo”. Y, ¡oh sorpresa!, vi a Abimael Guzmán y a Elena Iparraguirre. Me acerqué y le dije: “Soy el general Antonio Ketín Vidal, jefe de la Dincote. Le comunico oficialmente que usted está detenido”, entonces se paró y me extendió la mano: “Manuel Abimael Guzmán Reinoso”, me respondió. “Bueno, usted tiene que entender que en la vida se gana y se pierde. Usted ha perdido, tome asiento”, le dije. 

“Está bien, yo sé perder y también sé que lo pueden matar a uno. Pero el pueblo, lo que tiene acá (señalándose la sien con un dedo), eso, nadie se lo quita”, me respondió Abimael Guzmán.

Captura de Abimael Guzmán: Fujimori y Montesinos no sabían nada

Captura de Abimael Guzmán: Fujimori y Montesinos no sabían nada

Luego coordiné con Benedicto Jiménez para, antes de que llegaran los medios de comunicación a Los Sauces, adelantarme a la Dincote con Abimael Guzmán y Elena Iparraguirre. Minutos después enrumbamos a la Dincote y allí decidí  informar a la prensa extranjera sobre los hechos, porque quería liberarme de cualquier desgracia. También me comuniqué con el Canal 2, que lanzó la primicia. Hasta ese momento, el presidente Alberto Fujimori no sabía de la captura de Abimael Guzmán. Vladimiro Montesinos, tampoco. Al poco rato, llamé por teléfono a Palacio de Gobierno para darle cuenta al presidente Fujimori sobre la captura de Abimael, pero me contestó el edecán: “Mi general, el presidente no se encuentra, está fuera de Lima”, me dijo. “¿Cómo que no se encuentra? ¡Es urgente!”, le insistí. Pero el edecán volvió a decirme que era imposible. No había manera de comunicarse con el presidente. Luego me enteré que estaba en Iquitos. Luego, a las 11 y 15 de la noche, Montesinos, enterado por la noticias sobre la caída de Guzmán, me llamó por teléfono y me preguntó con ajos y cebollas: “¡Oye, carajo! ¿Es cierto lo que está saliendo en la televisión o me estás cojudeando?”, tronó por el teléfono. “Por supuesto que es cierto”, le contesté. “¡Carajo, ni siquiera me has avisado!”, me gritó y colgó el teléfono. 

Minutos después llamé a Montesinos para pedirle que me diera el teléfono del presidente Fujimori y así informarle personalmente de la captura. Montesinos me respondió que ya se había comunicado con Fujimori.

El plan era matar a Guzmán. Benedicto Jiménez no estaba de acuerdo. Según relató:

El general Vidal una vez me dijo, antes de la captura de Guzmán: "Comandante, si cae Guzmán, ¿debe morir o no? Yo le respondí: "Mi general, nosotros nos guiamos por ciertos principios y usted sabe que hay un libro de cabecera llamado El arte de la guerra, de Sun Tzu, y yo he formado a mi gente con esa mentalidad. Al enemigo hay que capturarlo vivo, porque muerto no nos sirve. Y, segundo, muerto sería un mártir, como lo dice Sun Tzu. Y hasta ahora nuestras fuerzas apuntan a capturarlo vivo. La idea era mantener con vida a Guzmán. Durante las operaciones, una de las partes más difíciles es la toma de decisiones. Cuando yo tomo la decisión de golpear la casa Los Sauces, sabía que asumía un reto, porque Guzmán ya se me había escapado de la residencia de la calle Buenavista, y si fugaba por segunda vez, a mí me descabezaban.