¿Qué está pasando en Colombia? Bogotá y otras regiones son invadidas por incendios forestales
El periodista bogotano Juan Camilo Parra nos brinda un panorama sobre los fuertes incendios que vienen azotando al país colombiano, principalmente a la capital.
Desde el lunes 22 de enero, Colombia ha sido afectada por voraces incendios forestales en distintos puntos del país. Concretamente en Bogotá, se han reportado daños en 12,5 hectáreas de bosque en la zona de los cerros orientales, que bordean la capital. El fenómeno El Niño fue señalado como el causante de toda esta situación; sin embargo, el factor humano habría sido el principal desencadenante.
La República se puso en contacto con Juan Camilo Parra, periodista bogotano del diario El Espectador, quien ha estado informando sobre todos los acontecimientos en zonas aledañas al siniestro. Conversamos sobre los factores claves que generaron el incendio, por qué no pudo controlarse y cómo es el accionar de las autoridades y ciudadanos ante este hecho.
—El 86% de municipios de Colombia están en riesgo de incendios forestales, según el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam). A la fecha, se han reportado 34 siniestros en estos 4 días. En Perú, se ha vinculado este aumento a fenómeno El Niño y al aumento de temperatura. ¿Se confirma que en Bogotá todos los incendios se encuentran relacionados con esta situación?
—Esta situación en Bogotá es muy particular. La ciudad tiene un clima templado tirando a frío. Las temperaturas por la noche pueden llegar hasta los 5 °C en las partes altas y en el día oscilan entre los 11 °C y 16 °C. En estos meses, deberíamos estar por los 21 °C, por lo que todo esto (el aumento de temperatura) es una novedad.
La sequía ha sido la gran protagonista y ha ocasionado que haya tantos incendios en el país, pero a esto también se le suma el factor humano, pues ya ha sido identificado que en algunas zonas los incendios han sido provocados.
El de los cerros orientales, que bordean la ciudad de sur a norte, fue iniciado por una fogata y es el que más preocupa. Este es el llamado 'pulmón de Bogotá', pues son más de 120 km de bosque en los que ya hubo incendios en un pasado, pero es la primera vez que suceden 4 en distintos puntos del mismo.
En los caminos oficiales del distrito que hay en esos cerros, los ciudadanos suelen ir a realizar actividades ecológicas; pero en los no oficiales, personas suelen hacer fogatas y, en esta época, cualquier cosa que salga de control, cualquier vidrio, puede ocasionar estas clases de incendios que están a punto de desbordar a las autoridades locales.
En Santander ya se han superado las 300 hectáreas arrasadas por el fuego. Foto: Colprensa
—Las estadísticas de la Dirección Nacional de Bomberos de Colombia indican que los incendios forestales en el país han experimentado un aumento del 65,4% en comparación con el año 2023. En tu artículo mencionas que ya existía un plan estructurado para controlar esta situación prevista, ¿puedes explicar por qué no se aplicó? ¿Hubo algún fallo en su implementación?
—El plan era específicamente para los cerros orientales y estaba desde hace dos alcaldías, en el mandato de Enrique Peñalosa. En 2017-18, él armó este porque en ese tiempo se pasó por una situación similar a la de hoy. Este consistía en colocar un sendero que atravesara todo el cerro, pero cuando terminó su mandato, su sucesora, Claudia López, desestimó el proyecto, pues este no aseguraba que los cerros iban a mantener la vegetación alrededor del camino. El plan se archivó, pero hace unos días volvió a abrirse el debate de si debería implementarse.
—Dada la extensión dañada en el 'pulmón de Bogotá', ¿existe la posibilidad de recuperar estas hectáreas en el futuro? ¿Cuál es la percepción local sobre las áreas afectadas?
—Todos estos cerros tienen muchos protectores, incluso hay fundaciones como Cerro Bogotá, animalistas y más personas que se involucran. Mantienen convenios para hacer proyectos y ahora se encuentran arriba (en la zona afectada), luchando por salvaguardarlos.
El incendio más grande que lleva más de 5 días activo (desde el lunes 22 de enero), al lado del sendero llamado La Vieja, el martes en la mañana eran 4 las hectáreas afectadas, y para la noche ya eran 12. En otra zona de los cerros llamada El Cable, el siniestro creció en el segundo día y hasta ahora no se nos ha comunicado cuántas son las hectáreas afectadas.
Esto sin duda preocupa mucho a la ciudadanía, que tiene la intención de ayudar, pero las autoridades locales ya comunicaron que esto debe ser controlado por especialistas. Ahora hay como 300 hombres repartidos entre los 4 incendios que se deben controlar y 5 bomberos que llevaban más de 70 horas luchando resultaron heridos.
—También se ha informado que la calidad del aire en Bogotá no es aceptable debido a los incendios. ¿Cuáles son las medidas que están tomando las autoridades para abordar este problema? ¿La población se encuentra utilizando mascarillas u otros productos para protegerse, especialmente en áreas cercanas a los siniestros?
—La calidad del aire aún no está en alerta en todo Bogotá, solo hay una alerta parcial en 7 de las 20 localidades. Debido a esto, las autoridades aplicarán una restricción vehicular, pues estos gases contribuyen a la contaminación. Por su parte, los ciudadanos están empezando a usar tapabocas, los centros educativos pasarán a la virtualidad y se realizará una especie de censo para adultos mayores en las zonas cercanas para poder ayudarlos, ya que son los que más sufren en estos casos.
—¿Cuál es la percepción de la ciudadanía sobre la gestión de la situación por parte del alcalde Carlos Galán y del presidente Gustavo Petro?
—Digamos que hay un desborde de información, pues hay señalamientos de lado y lado. Por ejemplo, ha habido reparos contra Petro por supuestamente haber reducido el presupuesto para los bomberos. También que se ha dejado de lado el mantenimiento de unos aviones de fuga que hubieran servido mucho. Sin embargo, también hay relatos que reconocen la labor de las autoridades por la contingencia de la situación en Bogotá.
La coordinación entre la alcaldía y el Gobierno ha sido fluida, hubo ruedas de prensa con el Ministerio de Ambiente y el de Defensa. Hasta ahora, se puede decir que se han aprovechado bien los recursos, puesto que los aviones de fuga más grandes han sido cedidos a Bogotá por varios días, cuando son necesarios también en otras zonas afectadas del país como Santander, Cundinamarca y más.
Desde el lunes 22 de enero, se viene trabajando para controlar la situación en Bogotá. Foto: Juan Valencia
—Juan Camilo, en tu opinión, ¿hay responsables identificables en esta situación? ¿Cuál es tu análisis final de la misma, crees que hay soluciones viables a corto plazo?
—A lo primero, sí. Hay indicios de muchas partes en el país en las que los incendios han sido provocados, como en Santander, en la que incluso hay videos. En Cundinamarca cayeron 9 personas por hacer una quema forestal, el primer incendio en Bogotá fue por una fogata e incluso, para el segundo, he podido averiguar que cerca han encontrado latas y vidrios, por lo que es muy probable que sea también por culpa de ciudadanos.
En conclusión, considero que Bogotá no está preparada para la prevención del fenómeno El Niño, ya que pareciera que recién, cuando las temperaturas empiezan a aumentar, es cuando nos damos cuenta de lo mal cuidados que están los cerros. Muchos asentamientos, basura en los humedales y otros factores relacionados con la cultura ciudadana también desencadenan estos desastres.