Aylan Kurdi es el niño protagonista de la foto que averguenza al mundo. Murió ahogado cuando viajaba con su familia desde Kobane (norte de Siria), ciudad azotada por la guerra, hacia Europa. Esta imagen se ha convertido en el símbolo de los refugiados y también en la inspiración que los caricaturistas, quienes a través de dibujos expresaron su rechazo al conflicto que provoca la masiva migración.