Impactantes imágenes del gran incendio de 'sexta generación' en España que dejó 6.500 hectáreas quemadas
Las llamas comenzaron en dos frentes en la comarca de Segarra, España. Dos víctimas, un granjero de 32 años y su trabajador de 45, fueron encontradas atrapadas a 150 metros de su vehículo, tras intentar escapar a pie.
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Un intenso incendio forestal, catalogado como de sexta generación, ha arrasado unos 6 500 hectáreas en la comarca de la Segarra, Cataluña, en España cobrando la vida de dos personas y dejando a miles de habitantes confinados. El impactante siniestro se cobró la vida de personas y dejó toda el área en cenizas.
El incendio fue declarado controlado en la tarde-noche del 2 de julio. En su combate participaron más de 35 dotaciones terrestres, 6 medios aéreos y la ayuda de numerosos agricultores, quienes contribuyeron a frenar el avance mediante maquinaria y cortafuegos.
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¿Qué pasó en el incendio de 'sexta generación' en España?
El incendio se inició en dos frentes: uno en Torrefeta i Florejacs y otro en Sanaüja. La fuerte ola de calor y los vientos superiores a 100–125 km/h generaron condiciones extremas, obligando al confinamiento de unas 20 000 personas en decenas de núcleos habitados.
Las víctimas mortales son un granjero de 32 años y su trabajador, de 45, quienes intentaron escapar en vehículo y, tras quedar atrapados, siguieron a pie. Fueron encontrados atrapados junto a rocas, posiblemente utilizadas como refugio, a unos 150 metros del coche.
Este tipo de incendios forman su propio clima, generando pirocúmulos —enormes nubes de humo, vapor y cenizas que pueden alcanzar los 14 000–19 000 m de altura— capaces de crear vientos locales de hasta 120 km/h y propagar el fuego a velocidades de hasta 28 km/h. Su carácter imprevisible complica su combate y ha sido calificado como “imposible de apagar con recursos tradicionales”.
Dos víctimas en el gran incendio en España
Las víctimas mortales son un granjero de 32 años y su trabajador, de 45, quienes intentaron escapar en vehículo y, tras quedar atrapados, siguieron a pie. Fueron encontrados atrapados junto a rocas, posiblemente utilizadas como refugio, a unos 150 metros del coche.
El incendio se inició en dos frentes: uno en Torrefeta i Florejacs y otro en Sanaüja. La fuerte ola de calor y los vientos superiores a 100–125 km/h generaron condiciones extremas, obligando al confinamiento de unas 20 000 personas en decenas de núcleos habitados.
