Juan McKniff, el amigo del papa León XIV que podría ser santo y cambiar la historia de la Iglesia
El sacerdote agustino Juan McKniff y el papa León XIV comparten más que su afiliación religiosa, su nacionalidad estadounidense y su paso por la misión de Chulucanas, en Piura. Ambos podrían formar parte de un acontecimiento inédito en la historia de la Iglesia.
- Los 10 apellidos más comunes en Venezuela: el primero de la lista es uno de los más populares en España
- Trump, Maduro y migración: Así se desarrolló el tenso debate entre Jara y Kast antes de las elecciones en Chile

Juan McKniff, misionero norteamericano que dedicó su vida al servicio de comunidades marginadas, está en camino a ser canonizado. El proceso se inició en Chulucanas, Perú, y ha despertado una gran expectativa entre los fieles y la familia agustiniana. Se espera que sea precisamente León XIV quien mantiene una relación cercana con McKniff y comparte con él múltiples coincidencias vitales quien oficialice esta canonización.
Nacido en 1905 en Media, Pensilvania, McKniff ingresó al Seminario Agustiniano de Villanova a los 14 años. En 1923 fue aceptado como novicio y, un año después, hizo su profesión religiosa. En 1930 fue ordenado sacerdote en Roma, donde también obtuvo un doctorado en Filosofía.
TE RECOMENDAMOS
MÁS PERUANOS CONTRA FUJIMORI: LO QUE SE LE VIENE A KEIKO | LA VERDAD A FONDO CON PEDRO SALINAS
Tras enseñar algunos años en Villanova, en 1935 viajó como voluntario a Filipinas y, cuatro años más tarde, fue destinado a Cuba. Allí asumió la parroquia Cristo del Buen Camino, en La Habana, y promovió diversas iniciativas en favor de los más necesitados, como escuelas gratuitas, un dispensario médico y espacios recreativos para jóvenes.
Durante los primeros años de la revolución cubana, McKniff vivió bajo vigilancia y sus centros fueron clausurados. A pesar de la expulsión de la mayoría de religiosos, permaneció en la isla hasta 1968 gracias al reconocimiento personal de Fidel Castro por su labor social. No obstante, tras viajar a Estados Unidos por temas de salud, no se le permitió regresar a Cuba, lo que significó una pérdida significativa para la comunidad y la Iglesia católica en la isla.
Posteriormente, se ofreció como voluntario para las misiones de Chulucanas, en Piura. Ya con edad avanzada, McKniff continuó con su labor pastoral. Visitaba a personas enfermas, a presos y a familias en situación de pobreza extrema en localidades como Yapatera, Sol Sol y La Encantada. Fue durante esta etapa que coincidió con el ahora papa León XIV, quien también se encontraba en Perú como parte de la misión agustina.
Según el rector del proceso de canonización, Fray Fidel Alvarado, McKniff llegó a Chulucanas en 1988, mientras que Robert Prevost futuro León XIV estuvo en el país desde 1985 hasta finales de 1986 y regresó en 1988 para asumir como director de formación en Trujillo, cargo que también abarcaba los vicariatos de Chulucanas, Iquitos y Apurímac.
Pese a su edad, McKniff mantuvo un compromiso activo con la comunidad. Su vida reflejó una entrega constante al servicio. “A pesar de su vejez, caminaba y ayudaba a quienes más lo necesitaban. Incluso le ayudé a cargar colchones”, recuerda con cariño Fray Fidel.
McKniff falleció el 24 de marzo de 1994 en Miami, cuando se preparaba para regresar a Perú tras un retiro en Canadá. Una gripe que evolucionó a neumonía truncó su retorno a Chulucanas.
¿Se podría canonizar a Juan Mckniff?
La eventual canonización de McKniff sería un hecho sin precedentes, ya que León XIV podría convertirse en el primer papa agustino en canonizar a otro miembro de su misma orden. La conexión entre ambos, así como el deseo expresado por Fray Fidel de que McKniff intercediera para que Prevost llegara al papado, ha avivado la esperanza y el entusiasmo entre los creyentes.
Antes de ser elegido pontífice, Fray Fidel recordó haberle dicho al entonces cardenal: “Sería emocionante tener un papa agustino”. A lo que Prevost respondió: “Eso queda en manos del espíritu y la voluntad de Dios”. Fray Fidel replicó: “Le diré a Juan McKniff que nos haga el milagro”. Y poco después, ese deseo se materializó.

















