Los tesoros milenarios de Sudán, saqueados en la guerra
El conflicto armado en Sudán ha llevado al saqueo de museos e importantes sitios arqueológicos. La Unesco alerta sobre las crecientes amenazas a la cultura sudanesa en medio de esta crisis.
En un Sudán inmerso en una sangrienta guerra interna, valiosas estatuillas o piezas de antiguos palacios conservadas hasta ahora en museos terminan saqueadas, transportadas en camiones y vendidas en internet.
La Unesco se alarmó el jueves del "nivel sin precedentes" de "amenazas sobre la cultura" de este país atravesado por el río Nilo, de donde llegan "informaciones de saqueos de museos, de sitios patrimoniales y arqueológicos y de colecciones privadas".
Ijlas Abdel Latif, directora de museos de la Autoridad Nacional de Antigüedades de Sudán, asegura que el museo nacional de Jartum ha sido objeto de un "importante saqueo".
Recientemente restaurado, el centro acogía colecciones del paleolítico, con piezas únicas de las antiguas dinastías egipcias o de los reinos de Kerma, Napata o Meroe que florecieron en la histórica región de Nubia, sede de una de las primeras civilizaciones de África.
Abierto en 1971, el museo se concibió para albergar las antigüedades que se encontraban en una zona donde se iba a construir una represa.
Hoy en día, la amenaza es la guerra que desde abril de 2023 libran el ejército y los paramilitares de las Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) y que ha arrastrado a Sudán a una de las peores catástrofes humanitaria de la historia reciente, advierte la ONU.
Los objetos arqueológicos almacenados en el museo nacional fueron "cargados en grandes camiones" que, según imágenes de satélite, se dirigieron hacia el oeste y hacia zonas fronterizas, especialmente con Sudán de Sur, explica a AFP Abdel Latif.
Es difícil determinar la magnitud del robo debido al acceso limitado al museo, situado en una zona de la capital controlada por las FAR, acusadas como responsables por especialistas y altos cargos arqueológicos.
Solicitado por AFP, el portavoz de estas fuerzas paramilitares no hizo comentarios. En mayo, aseguraron que estaban vigilantes para "la protección y la preservación de las antigüedades del pueblo sudanés".
- Aviso de la Unesco -
El museo nacional es el principal santuario de las antigüedades sudanesas, asegura Abdel Latif.
"Pero a causa de la guerra, el museo y las antigüedades no tienen vigilancia", lamenta Hasan Husein, investigador y exdirector de la Autoridad de Antigüedades.
Otras instituciones corrieron la misma suerte. El museo de Nyala, en Darfur del Sur, sufrió importantes saqueos no solo de antigüedades, sino también de los instrumentos que servían para presentar las colecciones, dice Abdel Latfi.
Algo parecido ha ocurrido en el museo Jalifa de Omdurman, una ciudad adyacente a Jartum, cuya sede levantada a finales del siglo XIX ha quedado parcialmente destruida.
En junio, la Unesco estimó que más de 10 museos, centros culturales u otras instituciones habían sido saqueados o vandalizados en Sudán.
Esta agencia de la ONU pidió el jueves "al público y a los miembros del mercado del arte (...) que se abstengan de adquirir o participar en la importación, la exportación o la transferencia de bienes culturales procedentes de Sudán", que podría provocar "la desaparición de una parte de la identidad cultural sudanesa y comprometería el enderezamiento del país".
- A la venta en eBay -
Los investigadores temen también el futuro de las antigüedades robadas tras haber encontrado algunas de ellas ofertadas en internet.
En el sitio web eBay, un internauta ofrece objetos presentados como antigüedades egipcias que en realidad, según los medios sudaneses, fueron saqueados en este país. El precio de venta propuesto se eleva a varios centenares de dólares.
Al menos una de las estatuas es una imitación, pero otras piezas de cerámica, objetos de oro y cuadros parecen proceder del museo nacional, explica a AFP un arqueólogo sudanés bajo condición de anonimato.
Le preocupa qué puede ocurrir con las estatuas más macizas, que "deben ser manipuladas por especialistas de forma precisa" y que podrían quedar hechas añicos en manos de los saqueadores.
"El estado actual de las colecciones preocupa a todos aquellos que tienen un interés por el patrimonio mundial", concluye Hasan Husein.