Mundo

Estados Unidos intercepta por primera vez 2 bombarderos de Rusia y China sobrevolando cerca de Alaska

Rusia intensifica actividades militares en el Ártico con patrullas aéreas conjuntas con China. Moscú justifica acciones como parte de ejercicios militares rutinarios y niega amenaza para otros países como Estados Unidos.

Moscú ha justificado la reciente patrulla aérea conjunta con China en el Ártico, argumentando que se trata de una actividad de rutina planeada. Foto: composición LR/EPA
Moscú ha justificado la reciente patrulla aérea conjunta con China en el Ártico, argumentando que se trata de una actividad de rutina planeada. Foto: composición LR/EPA

En un hecho sin precedentes, el Comando de Defensa Aeroespacial de Norteamérica (NORAD, por sus siglas en inglés), conformado por Estados Unidos y Canadá, anunció que interceptó, el último miércoles 24 de julio, dos bombarderos rusos y dos chinos que se encontraban sobrevolando cerca de Alaska. Según detalló un responsable de Defensa de EE. UU., esta es la primera vez que dichas naciones son detenidas en una operación conjunta.

Las naves de combate fueron identificadas como bombarderos estratégicos H-6, capaces de transportar una variedad de armamento, incluyendo bombas convencionales, misiles antibuque y, según algunas versiones, armas nucleares. Las cuatro naves fueron detenidas durante su sobrevuelo dentro de la Zona de Identificación de Defensa Aérea (ADIZ) de Alaska por aviones caza F-16, F-18 y F-35 de las Fuerzas Armadas de Canadá y Estados Unidos.

La presencia de aviones con capacidad nuclear y la creciente cooperación militar entre Rusia y China han aumentado las tensiones en la región. Foto: Ministerio de Defensa ruso

La presencia de aviones con capacidad nuclear y la creciente cooperación militar entre Rusia y China han aumentado las tensiones en la región. Foto: Ministerio de Defensa ruso

China responde por presencia de bombarderos cerca de Alaska

China y Rusia llevaron a cabo una patrulla aérea conjunta sobre el mar de Bering este jueves, como parte de un plan de cooperación militar anual entre ambos países, según informó el Ministerio de Defensa chino. Según el portavoz del ministerio, Zhang Xiaogang, esta es la octava patrulla aérea de este tipo desde 2019 y, en esta ocasión, el objetivo principal de estas maniobras era fortalecer la cooperación entre las fuerzas aéreas de ambos países y profundizar los lazos estratégicos bilaterales.

Asimismo, China ha insistido en que estas patrullas aéreas son rutinarias y cumplen con las leyes internacionales. El portavoz chino aseguró que estas acciones no están dirigidas contra ningún tercer país. Sin embargo, analistas internacionales sugieren que podrían interpretarse como un desafío a la influencia estadounidense en la región del Pacífico.

Si bien los vuelos rusos en la ADIZ de Alaska son habituales, la reciente presencia de aviones chinos en esta región ha puesto en alerta a Estados Unidos. Foto: Ministerio de Defensa ruso

Si bien los vuelos rusos en la ADIZ de Alaska son habituales, la reciente presencia de aviones chinos en esta región ha puesto en alerta a Estados Unidos. Foto: Ministerio de Defensa ruso

Plan de cooperación militar entre Rusia y China

Rusia ha intensificado sus actividades militares en el Ártico, realizando patrullas aéreas conjuntas con China e interceptando aviones estadounidenses en la región. Moscú ha justificado estas acciones como parte de sus ejercicios militares rutinarios y ha asegurado que no representan una amenaza para otros países.

Si bien los vuelos rusos en la zona de identificación de defensa aérea (ADIZ) de Alaska son comunes, la incursión de aviones chinos en esta región representa una nueva dinámica. El general Gregory Guillot, jefe del Comando Norte de Estados Unidos, ha expresado su inquietud ante esta situación y ha advertido que China está expandiendo su influencia militar en el Ártico de manera significativa. Según Guillot, China está utilizando la cobertura de investigaciones científicas para ocultar sus verdaderas intenciones militares en la región.

Estas acciones se producen en un momento en el que tanto Rusia como China buscan consolidar su influencia en el Ártico, una región rica en recursos naturales y de gran importancia estratégica.