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Uno de los país más grandes y ricos del mundo no tiene ríos, pero usa agua de mar para la sequía

En un giro innovador frente a la adversidad, un país sin ríos halla en el mar la clave para combatir la sequía. De acuerdo con la Fundación Aquae, esta nación es pionera en la desalinización de agua de mar.

De acuerdo con los datos de SWCC, Arabia Saudí produjo 3,36 millones de metros cúbicos de agua desalinizada al día en 2009. Foto: composición LR/AFP/Iagua
De acuerdo con los datos de SWCC, Arabia Saudí produjo 3,36 millones de metros cúbicos de agua desalinizada al día en 2009. Foto: composición LR/AFP/Iagua

Uno de los países más grandes del mundo, que a su vez cuenta con una vasta riqueza petrolera, enfrenta un desafío crítico: carece completamente de ríos. En este contexto, la desalinización emerge como una solución vital, no solo para proveer de agua a su población, sino también como un modelo de sostenibilidad global. Con proyectos que marcan un antes y después en la tecnología que busca hacer potable el agua de mar, esta nación se posiciona como vanguardista en el mundo.

La desalinización en el país de Asia Occidental es una respuesta a la necesidad inmediata de agua y una estrategia a largo plazo que busca la eficiencia energética; además, apoya la reducción de la huella de carbono. Con iniciativas como la planta de Jazlah, que opera con energía solar, el país avanza hacia su objetivo de neutralidad de carbono para 2060, a la vez que garantiza el suministro de agua para sus ciudadanos.

Uno de los países más grandes y ricos del mundo no tiene ríos

Arabia Saudí, el gigante de Medio Oriente destaca por ser el país sin ríos más grande del mundo. Frente a este desafío geográfico, la nación volcó su atención a los mares, específicamente a los que se encuentran a sus alrededores: el mar Rojo al oeste y el golfo Arábigo al este. El proceso de desalinización en estas aguas alivia las necesidades hídricas de su creciente población.

Sin lagos, ríos o lluvias regulares, el país se apoya en decenas de instalaciones que vuelven potable el agua del Golfo y el mar Rojo.

Desalar el agua de mar se ha vuelto en una acción importante en Arabia Saudí debido a la ausencia de ríos en el país. Foto: AFP

Al Khobar 2, que construyó ACCIONA en Arabia Saudí, es la mayor planta desalinizadora del mundo, con una capacidad de producción de 630.000 m³ de agua potable al día. Esta instalación sirve a tres millones de personas, y destaca por su magnitud y enfoque en la sostenibilidad. Gracias a la tecnología de ósmosis inversa, reduce significativamente las emisiones de gases de efecto invernadero comparadas con métodos tradicionales.

El historiador Michael Christopher Low, de la Universidad de Utah, Estados Unidos, señala que la desalinización es una cuestión de “vida o muerte”. Por su parte, el presidente de ACWA, Marco Arceli, señala que el aumento de la población y la calidad de vida es “lo que requiere cada vez más agua”. En la actualidad, Arabia Saudí es conocido por ser uno de los líderes mundiales en desalinización, representando el 17% de la producción mundial de agua desalada.

¿Cuál es la situación actual de la sequía en Arabia Saudí?

Arabia Saudí —con su geografía predominantemente desértica y la ausencia de fuentes de agua dulce naturales, como ríos— enfrenta una intensa sequía que desafía tanto su crecimiento poblacional como su desarrollo. La nación, conocida por sus extensos desiertos, se encuentra en una lucha constante por asegurar un suministro de agua adecuado para sus habitantes y para la agricultura, crucial para su autosuficiencia alimentaria.

Para combatir esta sequía implementaron la desalinización del agua de mar, un proceso que, si bien es eficaz para mitigar la escasez de agua, consume grandes cantidades de energía. Esta dependencia lleva al país a buscar soluciones más sostenibles y eficientes energéticamente, como la utilización de tecnologías de desalinización impulsadas por energía solar, en un esfuerzo por balancear sus necesidades hídricas con la sostenibilidad ambiental.