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Cristina Fernández también culpa de todo a la Fiscalía

Argentina. Exmandataria es acusada de dirigir la mayor red de corrupción gubernamental en la historia de su país. Ahora dice que es “perseguida política”.

A la reja. La vicepresidenta también se victimizó, pero no respondió ninguna una de las acusaciones. Foto: EFE
A la reja. La vicepresidenta también se victimizó, pero no respondió ninguna una de las acusaciones. Foto: EFE

Buenos Aires. EFE

La vicepresidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, se defendió de los alegatos y el pedido de condena de la Fiscalía en el juicio por presuntas irregularidades en la adjudicación de obra pública cuando era mandataria (2007-2015), asegurando que se trata de un juicio “al peronismo”.

Este no es un juicio a Cristina Fernández, este es un juicio al peronismo, a los gobiernos nacionales y populares”, aseveró tras lamentar la “persecución política y mediática” en su contra, en un discurso emitido por redes sociales desde su despacho en el Senado —del que es presidenta—, luego de que la Justicia rechazara su pedido de ampliar su declaración indagatoria en esta etapa del juicio.

Cristina Fernández está acusada de haber cometido los delitos de asociación ilícita y administración fraudulenta de fondos públicos, debido a supuestas irregularidades en la concesión de 51 obras públicas a firmas del empresario Lázaro Báez durante su mandato y el de su marido, el fallecido Néstor Kirchner (2003-2007), en la austral provincia de Santa Cruz, cuna política del kirchnerismo.

Tras un alegato que se extendió por nueve jornadas, la Fiscalía pidió este lunes para Cristina Fernández una condena de 12 años de prisión y la inhabilitación para ejercer cargos públicos de por vida, al tiempo que propuso decomisar bienes de los acusados en este juicio por una cuantía de 5.231 millones de pesos (unos 36,4 millones de dólares).

“La sentencia ya estaba escrita”, repitió Cristina Fernández, en línea con los argumentos que esgrimió en 2019.

El dato

Malas juntas. La expresidenta brasileña Dilma Rousseff manifestó su solidaridad con Cristina Fernández, a quien describió como víctima.