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La verdadera crisis sobre Taiwán comenzará después del viaje, dice columnista de The Washington Post

Columnista cita algunas fuentes cercanas a la administración de Joe Biden que advirtieron a Pelosi que no realizara el viaje, y ofrece algunas claves para entender quién será el perjudicado.

Nancy Pelosi (centro) saluda a los presentes durante su llegada al Parlamento en Taipei el 3 de agosto de 2022. Foto: AFP
Nancy Pelosi (centro) saluda a los presentes durante su llegada al Parlamento en Taipei el 3 de agosto de 2022. Foto: AFP

La presidenta de la Cámara de Representantes estadounidense, Nancy Pelosi, llegó a Taiwán este martes 2 de agosto, ignorando las advertencias de China, que amenazó con ataques “selectivos” en represalia por esta “interferencia” en un territorio que reivindica como propio.

Ante la presencia de Pelosi y su comitiva en Taiwán, el columnista Josh Rogin de The Washington Post considera que la preocupación —duraría semanas, meses o hasta años— para dicha región se registrará después de que ella se vaya a casa.

Insistió en que el ritmo y la intensidad de la competencia entre Estados Unidos y China irá en aumento con Taiwán en medio. Reveló, además, que altos funcionarios de seguridad nacional del presidente Joe Biden trataron de persuadir a Pelosi para que retrasara su viaje varias semanas atrás.

Sin embargo, el secretario de Estado, Antony Blinken, expresó públicamente su apoyo al viaje e instó a China a no intensificar la ya tensa situación.

Para evitar la apariencia de provocación, el avión de la Fuerza Aérea de EE. UU. que transportaba a la delegación de Pelosi voló alrededor de Filipinas en su camino desde Kuala Lumpur a Taipei. Ningún avión de combate de EE. UU. flanqueaba el avión de Pelosi, aunque había mucha potencia de fuego militar de EE. UU. cerca, por si acaso. La prioridad urgente de la administración era reducir el riesgo de un error de cálculo que podría desencadenar una confrontación”, se lee en la columna de Rogin.

Aseguró que varias fuentes de la administración de EE. UU. le confesaron que era probable que el Ejército chino haga algunos movimientos agresivos en las próximas, como disparar misiles o volar aviones cerca de Taiwán. Aunque, de momento, considera que los líderes chinos intentarán evitar una confrontación militar sobre Taiwán.

“La respuesta de Beijing vendrá en fases y no principalmente en el dominio militar. Eso podría cambiar para siempre la relación entre Estados Unidos y China, y someter a Taiwán a un dolor a largo plazo”, reza parte de la columna de opinión.

Mencionó las declaraciones del lunes del portavoz el Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby, quien aseguró que “China parece estar posicionándose para tomar medidas adicionales en los próximos días y quizás en horizontes de tiempo más prolongados”.

El columnista Josh Rogin destacó que algunos funcionarios estadounidenses creen que hay un contingente dentro del liderazgo chino que está ansioso por usar el viaje de Pelosi como una excusa para cambiar el statu quo sobre el terreno entre China y Taiwán.

Antes del viaje de la presidenta de la Cámara de Representantes, el Gobierno chino anunció la prohibición de más de 100 productos de exportación taiwaneses.

Por su parte, los políticos taiwaneses han denunciado la medida como una “armamentización del comercio”.

Hizo énfasis en que los legisladores estadounidenses tienen todo el derecho de visitar Taiwán; y Taiwán tiene todo el derecho de recibirlos sin ser castigados. No obstante, considera que hay una realidad práctica y con la que Pelosi no tendrá que lidiar: “Esa carga recaerá principalmente sobre los taiwaneses, pero la administración Biden también tiene la responsabilidad de ayudar”.

Rogin cree que la reacción exagerada de China por el viaje de Pelosi podría tener un lado positivo y es que Taiwán y otros países podrían acelerar sus propios planes para reducir su dependencia de China.

“El uso de la coerción económica y la agresión militar por parte de Beijing solo aumentará con el tiempo. Por lo tanto, el esfuerzo internacional para reforzar a Taiwán militar, económica y diplomáticamente debe aumentar en consecuencia”, finaliza la columna de Josh Rogin publicada este martes en The Washington Post.